CAPÍTULO IV

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⚠️ADVERTENCIA⚠️

IMPORTANTE: Esta historia contiene lenguaje obsceno, escenas de violencia explícitas, contenido sexual para mayores de 18 y continuar leyendo será bajo tu responsabilidad. Sin embargo TODO es FICCIÓN, es parte de una imaginación loca, con pensamientos un tanto perversos que lo que quiere es entretener con las ideas locas que a una escritora se le ocurren.

Sin más que decir. DISFRUTEN.


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Emma Dalton

No tengo idea de cómo he podido salir de ese lugar, sin que me mataran o sin que él dijera quién era yo. Lo pude ver en su mirada, esa forma en como la apretaba como aquel día en la fiesta. Amenazante, peligrosa y torturada. Más bien fue una fortuna que dijera que no me conocía tratandome como una ramera, no me molesto, ya que de no haber dicho eso Rider, estaría tapando mi cara en este momento.

— Tienes que dejar de pensar en eso — habla mi mejor amiga — De haber querido, te hubiese entregado allí, delante de esos lobos — ella tiene razón, si no fuera porque fingió que no me conocía, ahora mismo estaría siendo torturada por los rusos, en una de sus más conocidas y terribles formas de torturar.

— No puedo, es que simplemente no dejo de hacerlo — me tomó del cabello con desespero — Ahora estará encima de mí.

— Eso a mi no me molestaría — ruedo los ojos cuando lo dice de forma sugerente.

— Muy graciosa Daeris, pero no me parece un buen momento para decir los dotes de Azahel — ella sonríe, pero parece que ahora sí va a prestarme atención.

— Amiga, lo único que quiero decirte es que ese hombre bueno o malo, cruel o despiadado, es un...

— ¡Ya basta! — la regaño — Estoy preocupada porqué pueda delatarme, incluso si lo dijo después que salí del lugar.

Lo pienso mejor, no puede ser eso posible, de serlo, la mafia estuviera detrás de mí. Suspiro sentándome de golpe en el sillón que está a un lado de mi cama. Daeris me mira como si hubiera perdido la cabeza y quiero decirle que así fue como pasó. Ahora mismo estoy más preocupada por lo que deba decirle a Clarck, cuando lo tenga al frente, que lo que pasó está noche.

— Solo relájate — hablando amiga, ahora menos juguetona — No creo que tú seas una gran preocupación para él.

— ¿Cómo puedes estar tan segura? — inquiero. Luego de la noche de la fiesta, demostró que es un desalmado hijo de perra, que no le temblaría la mano a la hora de darme un tiro.

Cuando hablo sobre secuestrarme, realmente creí que amanecería en algún lugar oscuro, amarrada y con hombres a mi alrededor dispuestos a darme la paliza de mí vida, si no les decía alguna cosa. Pero, para mí enorme sorpresa, desperté en un hotel lujoso, con la misma ropa puesta, desayuno a mi lado y una nota que decía; "No quiero volver a encontrarte en mí camino. A.C"

— No te ofendas amiga, pero no eres del estilo de Clark — dice y quiero rodar los ojos ya que no quiero ser su estilo para nada — A ese chico, parece gustarle la hija de la muerte o alguien igual de peligrosa y sangrienta que él — entrecerró los ojos cuando parece que me está describiendo.

— ¿Qué es lo que quieres decir?

Suspira, pero no me responde al momento, así que me incorporo para verla a la cara y que suelte lo que tiene que soltar.

— ¿Qué? — se encoge de hombros como si no supiera que es lo que quiero — Joder Emma, tu eres la mujer perfecta para otro, no para el demonio de Azahel.

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