Ha pasado algo por lo menos interesante el día de ayer.
Salí de mi madriguera y volví al trabajo aunque eso fue hace unos días. Últimamente me ha dado escalofríos asistir a los difuntos, no me dan miedo, yo no creo en esas cosas. Simplemente ya no me siento agusto haciéndolo. Estuve buscando en los periódicos y estoy apunto de encontrar trabajo de albañil. ¿Yo? ¿Albañil? Si, bueno nunca he dicho que no puedo. Jaja.
Continuando con lo inconcluso. Ayer conocí a uno de los mencionados por ti en aquella mañana.
Lucifer. Nombre bastante llamativo y escandaloso para nuestra época. Al igual que tu ese no es su verdadero nombre pero yo no soy quien para juzgar.
Me tomó por sorpresa, me encontraba comprando provisiones para mi encierro de científico loco cuando alguien me tocó el hombro.
- Buenas tardes. Usted debe ser el famoso Nikola Tesla. ¿Cierto? - dijo aquel extraño a mis espaldas -
- Si, con ese mismo habla - me di la vuelta para ver su rostro, era un poco más alto que yo. Cabello rubio corto, vestía bastante formal -
- Encantado de conocerlo, mi nombre es Lucifer. Si me lo permite... Me gustaría hablar con usted -
Salimos de la tienda y nos dirigimos a no se donde, me pidió que lo siguiera y con algo de duda lo hice.
- Sr. Tesla, ¿Cuál es su relación con Beelzebub? -
- Somos... - no supe que responder. Si tuvieras que responder eso, Beel... ¿Qué dirías? Me guarde mi duda y respondí con incertidumbre - Amigos - me agarre el pecho al sentir un pinchazo, dolía como el infierno si es que ese lugar existe -
- ¿Te encuentras bien? - Lucifer detuvo sus pasos para socorrerme -
- Si estoy... - el agudo dolor me hizo pausar mi habla -
Tu amigo me dijo donde estabas, habías estado en un edificio abandonado en sus evento/festividad de tu secta. Realmente el nunca pretendió en decirme que hacías. La amabilidad reflejada en sus orbes se esfumó tranformandose en una de preocupación. ¿Qué escondías Lucifer?
- ¿Puedo ir a ver a Beel? - murmure mientras intentaba regular mi ritmo cardíaco -
- P-Por supuesto - el tartamudeo y el respingo que pegó se me hicieron delatores pero no sabía de qué ¿Estoy loco? -
El ladrón del nombre del ángel caído me llevó hasta donde estabas. Supongo que eso lo recordaras. La maleza seca y maltratada, el olor a humedad, la música a decibeles altísimos, el bullicio de los encapuchados teniendo sexo en cualquier lugar de ese alejado espacio. Y yo tan aturdido, perdido, miserable, enfermo y débil.
Pensé que mi corazón me mataría, lo sentí, y lo vuelvo a sentir ahora. Ver a esa mujer Lilith bailando con tanta sensualidad, rozando tu cuerpo. Si te miento diciendo que no sentí celos me he de castigar tragando mil agujas.
La mirada se me nublaba, mis pasos se volvieron torpes y lentos. No se que fue lo que paso. Lo que me informaron después fue que me desmaye y Lucifer me cargó hasta llegar contigo.
Desperté en medio de su extraña fiesta eterna. Lo primero que vi fue tu mentón moviéndose de un lado a otro ¿Buscabas a alguien? Supe que estaba recostado en tus piernas así que no hice esfuerzo para incorporarme.
Notaste que volví a estar consciente y agáchate tu rostro hacia mi. En tu expresión se dibujó el miedo y la ansiedad.- Me asustaste, pensé que... - no hablaste más -
¿Por qué lo hiciste? Dime, quiero saber, cuál fue la razón por la que lo hiciste.
¿Por qué depositar ese dulce beso en mis labios?
- Niko, Niko, Niko, Niko, Niko - repetiste sobre mis labios. Entrecerrados mis ojos yacían al sentir unas gotas caer sobre mi rostro - ¿Puedes oírme decir tu nombre para siempre? - interrogaste con la voz quebrada -
- Si, Beel - respondí -
Me sentía bien, me sentía vivo otra vez. ¿Por qué será? ¿Por qué será que eres tan cruel, señor de las moscas?
¿Por qué me he tenido que enamorar de ti?- Nikola Tesla
La pregunta del final sjsksjd
A r r i v e d e r c i