8 de enero de 1887. El gran Thomas Edison dio a los medios de comunicación una noticia impactante.
- El genio apodado científico loco, Nikola Tesla... ha fallecido el día de ayer... -
La duda de todos era: ¿Cómo?
Tesla solo tenia los 30 años, era triste perder a una joven promesa. Más tarde se informó la causa de muerte.
Un infarto.
Edison se encargo de los gastos funerarios y demás formalidades. Lo que se informó a los medios fue que Nikola murió solo es su hogar. Pero no podía estar más alejado de la realidad.
Unos días antes de su muerte, por fechas dicembrinas el inventor tendría una pelea con su amor no correspondio, Beelzebub. Hartó de ser plato de segunda mesa le contó lo que sentía era momento de aclarar las cosas; simplemente no ocurrió lo esperado.
- ¡Beel! ¡Por favor! ¡Lilith o yo! - se sostenía el pecho - duele, duele como el infierno - repetía en bucle el castaño en su cabeza -
- Niko... Yo... No puedo dejar a Lilith pero tampoco pienso dejarte a ti - a pasos lentos se acercó al contrario pero este solo retrocedió - Si tuvieras una vida eterna... -
- ¿Qué? ¿Si tuviera una vida eterna seguirías jugando conmigo? - las piernas del menos flaquearon haciéndolo caer de rodillas, el azabache lo quiso ayudar pero no fue bien recibido - Si vas a seguir con esto... entonces será mejor que nos tomemos un tiempo.... -
Se tomaron un tiempo. Pero cuando Beelzebub volvió a buscar a su amado científico se topo con que nadie respondía del otro lado de la puerta. La desesperación lo inundó y abrió por la fuerza. Buscó y buscó hasta que lo encontró, durmiendo plácidamente en su escritorio de almohada una hoja de papel y entre los dedos una pluma.
- Niko... Tenemos que hablar.... - el silencio abundó - Niko... Por favor deja de ignorarme ya se que es mi culpa y quiero decirte que lo siento. Voy a ser más sincero contigo y.... - le tomó de la mano, extremadamente fría - ¿Niko? ¿NIKOLA? -
El grito seguido del llanto. Beelzebub abrazaba el cuerpo sin vida de aquel sol que no merecía pero necesitaba.
- ¡Niko... Lo siento! ¡Lo siento tanto! - sollozaba el azabache -
Nadie sabe cuanto tiempo permaneció así. Hasta que Edison fue a ver a Tesla se topo con aquella desgarradora escena. Sus quejas y insultos a el joven que se aferraba al cadáver del castaño se hicieron presentes.
Hubo mucho bullicio por la muerte del joven inventor así que Beel se alejo; no estaba en condiciones de estar rodeado de gente. No fue al funeral, no podía. Le resultaría imposible estar ahí sin gritar y llorar a cada momento.
Su encierro se vio interrumpido por Lilith.
- Beel - lo llamó la mujer quien solo obtuvo una mirada vacía como la de un muerto - El Sr. Edision me dio esto y - extendió unas hojas hasta el joven - me dijo que te lo entregará -
Las cartas que Nikola Tesla le escribió destruyeron más a Beelzebub. La última estaba inconclusa.
"Mi señor de las moscas. Mi dulce chico pagano. Mi amado Beelzebub. Oh, Beel. Escribo esto para decirte que me gustaría bailar otra vez contigo. Me siento como un idiota por estar enojado contigo pero debes aclarar las cosas antes de que yo... Ya sabes. Porque mi cuerpo me esta comenzando a avisar.
Beel, recuerda lo mucho que te amo"El rayon al final de su confección y la ausencia de firma confirmó que esa era la carta que fue testigo de su fallecimiento. El nombrado demonio aparto el trozo de papel no quería mojarlo con sus lágrimas; se mordió el labio hasta que le sangro.
- Nikola...Niko.... ¿Puedes oírme decir tu nombre para siempre? ¿Puedes verme deseandote para siempre? ¿Me dejarías tocar tu alma para siempre?
¿Puedes sentir que te anhelo por siempre y para siempre? Niko...Si tuvieras vida eterna - abrazo esas cartas como si de el mismísimo Tesla se tratase y ahí se quedó por otro eterno rato -- ¡Vaya! - exclamó el asiático mientras limpiaba sus ojos llorosos - ¿Y cómo está Beelzebub? -
- Han pasado 113 años desde la muerte de Nikola Tesla y Beel... - el albino apretó el puño y cabizbajo meditó su respuesta - Bueno...Regreso a sus viejas andadas -
En un cementerio en Nueva York, un joven hacia la limpieza de las lapidas cuando tropezó con algo, miró para saber de que se trataba y soltó un grito cuando vio a un muchacho pelinegro durmiendo al costado de una de las tumbas.
- ¡¡Aaaaahhhh!! - por la sorpresa y su torpe intento de huida cayó de sentón sobre el terroso suelo - ¡Ouch! -
- Haces mucho ruido - replicó el contrario a la par que se incorporaba -
- ¡¿Q-Qué haces durmiendo en una tumba?! - interrogó tartamudeando -
- Que te impo- sus ojos negros y vacíos se iluminaron al ver rostro de su acompañante -
Después de calmar al sepulturero hablaron en paz.
- ¿Eres fan de Nikola Tesla o algo así? ¿O por qué chispas duermes sobre su tumba...? - arqueo la ceja lo más que pudo para demostrar su duda -
- Se puede decir que si. El era un hombre increíble. Era amable, dulce, compasivo y educado. Era una luz que iluminaba todo a su paso - respondió nostálgico -
- Parece que lo conocieras muy bien -
- Me gusta investigar -
- Ya veo. ¿Cómo te llamas? - sonrió ameno al hacer su pregunta -
- Beelzebub. ¿Y tu? -
- ¡Niko! Bueno es Nikolas pero me dicen Niko -
Un bostezo por parte del azabache interrumpió la presentación animosa del castaño.
- Es un lindo nombre - se limpio las lágrimas que quizás no fueron producto del bostezo -
El aire de otoño trajo consigo sentimientos encontrados para Beelzebub.
- Niko, será que... ¿Siempre has tenido una vida eterna? -
SE ACABÓ ESTO
Un libro bastante corto que espero hayan disfrutado. Estoy pensando en hacer una adaptación de una historia de Gabriel García Márquez CLARO QUE CON TESLA Y BEELZEBUB XDPuro Beelniko, banda. Así que esperenlo en estos días.
A r r i v e d e r c i