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Los ojos no saben guardar secretos

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Me ponía feliz haberme
encontrado a Luke. Hasta que se lo
conté a Harry, y Harry ya sospecha
yal final le terminé diciendo que
era verdad.

Que el me gusta.

Pero ya era otro día, otro miserable
đía, y me tocaba irme con el señor
Damon.

No es que no me caiga bien,
simplemente es extraño, me
incomoda mucho. Y insinúa
muchas cosas.

Bueno, ya sabrán que cosas. Pues
me levante con menos ánimo, esta
vez más tarde.

A las siete, debía estar allá a las
ocho treinta. Y la ropa que estả vez
levaba era otra blusa como la de
ayer, solo que en diferente color, y
un cardigan azul.

Y esta vez también, el señor

Damon iba a venir por mi, prefería que mi tío me llevara a estar una hora con ese señor en camino, así que mi tío no me llevaría.

Terminé de desayunar esperándolo ya en la sala.

Harry ya estaba haciendo el
desayuno, y yo con un ojo cerrado.

Tengo sueño, y mucho, más bien,
yo siempre tengo sueño.

-De nuevo, otra queja, de ti... Y una
semana sin comer.

Fruncí mi ceño. -Ya lo se.

La última queja fue sobre eso,
fue solo con el señor Damon.
Solamente le dijo que no hacía caso y que a veces le contestaba.

Pero mi tío nunca se preguntó en
qué tipo de cosas yo no hacía caso.

Ahora llevo dos días desayunando, y pienso que será el último.

Cada vez que voy con ese señor.
Siempre tiene quejas sobre mi comportamiento, pero a mi me vale una mierda porque sé que el miente.

Hasta que sonó el claxon, y aquí es donde Harry me voltea a ver,
y yo a él. Me da una mirada como
de <<Suerte>> pero a la vez una de
<<Te quiero>>

Mi tío hizo que me levantará, -El
señor no te va a esperar toda la
mañana ¿sabes?

Rode mis ojos, cuando abrió la
puerta, ya estaba el señor Damon
parado en la puerta.

-Buenos días, Vernon.

El me miró, tenía tiempo, más
de dos años que no iba con el.
-Buenos días, Day- le sonrió y me
llevó con el -Ahí le dejo a la niña.

El señor tomó mi hombro dándole
caricias, -Se la regresó a las cinco..
Por ahí...

Mi tío negó con su cabeza, -Ay, de
eso no se preocupe... - no, preocúpese, no quiero ir ayudaaaaa.

Oh no.

Después de que estuvieron
platicando aproximadamente diez
minutos, desgraciadamente pues.

Ya era hora de que me tenía que
subir, y no quería. No tenía una
relación tan formada o donde
había tanta confianza que con la
señora Joyce. En cambio con el..
Literalmente, todo lo contrario.

Bueno, es que es hombre, no estoy en contra, pero obviamente será raro estar con un hombre sola de niña.
Cuando nos subimos, quise
bajarme de inmediato. Sabía que
no me la pasaría bien.

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