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El ser humano es tan torpe que necesita malas experiencias para aprender a amarse

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Viernes 17 junio 1994     7:32 am.

Hoy tenía que ir con la señora Joyce, al fin saldría, lo malo es que tendre que ir el sábado a casa de Damon... Me he estado preparando psicólogicamente para eso, no me quiero ni imaginar.

Pues era de mañana, mi tía me había elegido mínimo algo fresco como blusa que era una de tirantes gruesos y tenía rayas azules, verdes, amarillas y naranjas... Y el mismo pantalón de siempre.

Ah, y tristemente me habían cortado el cabello, váyanse todos a la vil mierda. Fue idea de Dudley, ese si que se vaya a la mierda.

Pero ya me había acostumbrado, ahora estamos por llegar a su casa.

—Sí veo que la señora Joyce me dice algo de lo que sea que digas tu de la casa, te dejaré sin comer—

—De todas formas no como.

—Porque no te lo ganas.

Rodé los ojos. Llegamos, seguía un poco agradable el clima y eso me gustaba lo que no me gustaba que a medio día me derrito. Toque la puerta de la casa.

A los segundos abrió ella, me sonrió, —Buenos días, querida— me saludo —Buenos días, Vernon.

Mi tío le sonrió —Buenos días, Joyce, te vine a dejar a la niña.

—Eso veo— me volvió a mirar —Muchas gracias—

Bueno, mi tío no tardó mucho y se fue, me quedé sola con ella —¿Qué tal, Romy? ¿Cómo estás?

Mal. —Muy bien— respondí —¿Y usted como esta?

Se rio sonrojada —Ay, por favor, sé que eres educada pero no me hables de usted me siento más vieja de lo que soy.

Fruncí mi ceño divertida. —Pero se ve joven... Tiene cuarenta y cinco ¿No?

—Así es, hija, pero ya me empiezan a salir los pelitos blancos— fue a la cocina y sirvio café en dos tazas —Por favor, siéntate, estas en tu casa.

No tengo... O sea duermo en una, pero es de mis estúpidos tíos. —Gracias—

Trajo el café y me lo entregó, —Cuéntame ¿no vas a salir este verano?

—Nop— negué —Jamás lo haré.

Ay. Frunció su ceño. —Bueno, pues... Te llevaría a Alemania, el clima es muy frío pero te adaptas.

—No me dejarían.

—Yo opino que si, pero lastimosamente no voy porque Meg esta muy ocupada cuidando a su nueva bebé.

Casi escupo mi café —¿Tuvo un hijo más?

Asintió. —Una niña... No sabes cuanto la adora Drake.

Me lo imagine, —Ah, me imagino.

Dio un sorbo más sonriendo, —¿como vas con el hijo de Alyssa?

Potter (🔞) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora