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¿Me seguiré enamorando de ti todos los días?

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13/ 02/ 1993. 11:38.

Faltaba minutos y ya cumplía el
años. Estaba en mi dormitorio con
las chicas preparando su regalo de
parte de todos, ojo, de todos.

Y aparte el mío...

Termine la nota que le había
escrito con todo mi cariño. Cariño
de amigos.

Claro...

Cerramos la caja, mientras
amarrabamos un listón negro en el
escrito con blanco los nombres de
sus bandas favoritas.

—¿Otra cosa?— dijo Olivia.

—Solo eso, ¿No?.

—Si.. Eso creo— aseguró Gabriela.

Me quedé observando la caja. Me
mordí las uñas sin querer para buscar debajo de mi cama el suéter que le tejí.

Habían notas... Notas ya saben
cuales, me imagino que saben...
No mal interpreten, no me le
declaró mi amor.

Y sus flores favoritas, si recuerdo
exactamente sus palabras "no sólo
las mujeres les pueden gustar las
flores, a mi me gustan".

Claro y tiene razón. Y aquí alguien
dándole sus flores favoritas a él.
También gorro azul marino estilo
francés.

Dos cosas, francés porque su
abuela es de Francia y porque su
segundo país favorito es Francia...

Y no pregunten de donde saque el
gorro.

También dulces mágicos.

Perdón muchos regalos.

Una varita de regaliz, plumas de
azúcar, moscas de café con leche y
calderos de chocolate.

Lo estaba por cerrar cuando
Gabriela sonrió. —Pon una carta
"Oh, Luke, me gustas tanto, que
por eso te puse tantos regalos"— dijo con un tono como si fuese poético eso.

—Qué graciosa— alcé mis cejas
cerrando la caja.

—Verdad, pero sabes, deberías de
ponerlo.

—Nooo, capaz bota el regalo,
convencer a los gemelos no fue
nada fácil.

Claro, me comprometí a ayudarlos
con una broma hacia Lockhart, y
ayudar a Fred con una chica. Que
ni idea.

—Luke no haría eso.

Fruncí el ceño, —Si, o bueno no sé,
pero me niego a decirle.

Bufo. —Cómo quieras, pero de
nuevo ve con el, se quedó en la cocina con Wyler— hablo Olivia.

Reí. —Lo dices para que el venga y
esté contigo.

Sonrió. —Ssssh

Les dí mi última mirada. Me fui del
dormitorio y baje a la cocina. Ahí
estaba Wyler y Luke.

Luke parecía impaciente por
querer entrar. Hasta yo, pero
bueno.

Le hice un gesto a Wyler para que
se fuera a ayudar. Claro, en ese
momento Luke estaba de espaldas,
lo cual, lo sorprendí dándole un susto.

Un gran susto según el. —Mierda,
Romy, me espantaste.

Asentí. —Ese era el chiste— bromeé.

—Ahg... — se quejo.

Le sonreí. —Es broma... Es broma,
Luke—

Sonrió. —Lo sé, Potter... Yo también
puedo bromear ¿sabes?.

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