Luego de tres años sobreviviendo de lo poco que le quedó luego de la muerte de sus padres junto con las numerosas deudas con gente de mala reputación y al mismo tiempo aparentando tener la fortuna y prestigio que tenían en el pasado, se ve obligado...
Hola lectores, solo para aclarar que los acontecimientos de este capítulo ocurre en el mismo día que el anterior pero ya es de noche.
Les quiero agradecer a fenixAl por comentar y seguirme; Sugiya Schneider por comentar y votar; ElianaHdzC632, LaPandita8, luna_mouto, zkiimo, pb0445 por votar en el cap anterior; Lawxgt lo agregó a su biblioteca.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ambos continuaron caminando en silencio, tenían tantas cosas que decir que no sabían por donde comenzar. —¿Estás mejor?— preguntó Helmut rompiendo el silencio y el otro asintió con la cabeza —me alegro— —Aún no entiendo tu implicancia con Hydra y porqué un día como hoy tratabas de suicidarte— dijo Bucky —aunque te defendí de ese maldito necesito respuestas— —Para hablar de Hydra tendríamos que hablar de mi pasado— respondió con un tono cansado —no ahondaré en detalles al menos hoy, pero sí te contaré una historia—
Se detuvieron en una cafetería, se sentaron en la mesa y al poco rato apareció el mesero. Él hizo el pedido para ambos. —No tengo apetito James— —Tienes que comer algo— —Enserio, no tengo hambre— —Comerás algo, aunque sea un sandwich sin excusas ni peros—
Por instinto, Bucky busca cuidarlo sin importar en qué situación estén y contra quien tiene que luchar, más aún si lo tiene que proteger de sí mismo, ahora que vio lo autodestructivo que puede llegar a ser.
Helmut, por otro lado no pudo evitar poner una pequeña sonrisa al darse cuenta de lo protector que era su alfa. Si bien no tenía hambre a pesar de no haber comido todo el día, trataría de llenar su estómago sólo porque no tenía ganas ni fuerzas para seguir discutiendo.
Una vez sentados en una mesa apartados del resto, pudieron retomar su conversación.
—Necesito que me prestes atención en todo momento y sobre todo, no me interrumpas hasta terminar—
Bucky asintió y puso toda su atención en lo que iba a decir el omega.
—Hace tiempo, un joven de unos 17 salió de viaje a París— no pudo evitar suspirar —era el primer viaje que realizaba sin su padre, estaba tan emocionado que no pudo dormir el día anterior. Primero quiso ir a la Torre Eiffel, clásico de alguien quien nunca visitó París, pero se perdió en el camino y hambriento llegó a un pequeño restaurant.
No ocurrió nada espectacular más que una sabrosa comida, pero en la noche en la discoteca, unos tipos empezaron a acosarlo en medio de la pista de baile, por suerte vino otro alfa a defenderlo. Conversando dijo que era el chef de aquel restaurant donde comió y que no podía quedarse tranquilo solo viendo como lo acosan.
El tiempo pasó y fueron grandes amigos, aunque eso no le gustase a la familia de joven solo porque no provenía de buena cuna. El joven se enteró que su amigo era un joven promesa en el mundo gastronómico y él le confesó de sus orígenes nobles, eso no hizo diferencia en la amistad entre ambos.
