★ 𝐒ca̲rs : Sookai

Siete (Especial Yeongyu)

Este capítulo contiene escenas subidas de tono, así que lo marcaré con este emoji "🍵".

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Universidad de Beomgyu

Beomgyu estaba en los vestidores de la universidad, sentado en una de las bancas, esperando que una de las dos duchas se desocupara. Ya tenía un rato esperando por lo que comenzaba a desesperarse.

¿Por qué solo hay dos estúpidas regaderas si se supone que es un colegio de ricos?

Maldijo en silencio.
Pero entonces escuchó que una de las regaderas se cerraba.

Por fin

Tomó su toalla y se levantó de la banca. El chico que estaba dentro salió con una toalla alrededor de la cintura, tomó sus cosas y fue hacia el cuarto donde usualmente los hombres se cambiaban después de bañarse.

Cuando Beomgyu estaba a poco menos de un metro de entrar a el cuarto de la ducha, el chico de la regadera restante salió de esta.

Era aquél pelinegro de la sonrisa fastidiante que lo molestaba todos los días.
Se quedaron parados uno en frente del otro, hasta que yeonjun se dió cuenta de a quién tenía a unos centímetros de sí, así que apareció esa  sonrisa en su rostro, esa a la que Beomgyu detestaba tanto.

- Qué? A caso eres tan pobre que ni siquiera hay agua en tu casa y tienes que bañarte aquí?

Dijo Yeonjun con un tono de burla.

Pero era algo irónico, pues justo acababa de salir de salir de bañarse.

Beomgyu pensó en sólo ignorarlo y seguir su camino, pero no pudo resistirse a soltar un insulto, que se supone que nadie iba a escuchar.

- imbecil.

Aún sin mirar al pelinegro, quiso seguir caminando pero aquella voz fastidiosa seguía sin dejarlo en paz.

- ¿Cómo me llamaste?

Era inútil negar que se había asustado, tal vez sólo un poco, casi daba un brinco al escuchar la ronca voz del pelinegro.

- olvídalo.

Suspiró. Nuevamente quiso dar un paso hacia adelante, pero una mano lo detuvo de golpe.

Se sorprendió al sentir el fuerte agarre ese fuerte agarre en su brazo. Pero ese agarre se convirtió en un empujón, un empujón que terminaría arrinconadolo contra la pared de una de las duchas.

Beomgyu estaba comenzando a asustarse ¿Iba a golpearlo? No habían pasado a eso, solo las burlas y los apodos humillantes. Ni siquiera creyó que Yeonjun fuera capaz de agredirlo físicamente.

Quiso pensar que tal vez sólo lo amanazaría y lo dejaría en paz, por lo menos hasta el día siguiente; sin embargo, cuando vió la fría y amenazante mirada del mayor, entendió que no sería así.

Este se le acercó aún más, viéndolo directamente a los ojos.

- Repitelo.

Le ordenó con firmeza.
Beomgyu estaba tratando de desviarle la mirada, era tan intimidante que no sería capaz de mantener el contacto visual por mucho tiempo.
Bajó la cabeza para así evitarlo, pero al agacharse se dió cuenta del increíble cuerpo que Yeonjun tenía.

Sus ojos se abrieron aún más y sus mejillas se tornaron rojas al ver ese perfecto y marcado abdomen.

¿Podría ese día ser peor?

Pues sí, sí podía... O eso parecía.

Cerró y apretó sus ojos por vergüenza que estaba pasando. Quiso cubrirse la cara para evitar que vieran su sonrojo,
pero esto último fue inútil. Ya que Yeonjun lo notó.