A la caza (2)

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"Tus manos están llenas de sangre..." - escuche a Sam decirme.

"Cierto" -dije mientras revisaba que efectivamente mis manos estaban manchadas por sangre, aunque esta estaba seca y hacia ver a mis manos como salidas de una película de terror. Con razón que la señorita Sam no había aceptado mi manzana (o dirigido la palabra más que para intercambiar un par de indicaciones).

"¿Tu ultima presa?" - consulto sarcásticamente, causando que me riera un poco, y que ella se volteara a verme rápidamente, sin embargo,  continuo caminando,  manteniéndose 2 metros por delante mio.

"Se podría decir que si" replique al ver que Sam efectivamente volvía a ignorarme (y como lo había hecho desde nuestro reencuentro). 

Ahora consiente de mi apariencia me baje un poco más las mangas de la camisa que llevaba puesta en un intento de disimular un poco los rastros de sangre, pero sabia que mientras no encontráramos un lago o riachuelo donde pudiese limpiarme era solo un intento fortuito, o como dicen los humanos: de ocultar el sol con un dedo.

"Tendremos que descansar esta noche" - hable luego de unos minutos de absoluto silencio entre nosotras aunque la música del bosque, el silbido del viento, el baile de las hojas, los llamados de los animales, y golpeteo de nuestras pisadas creaban una sinfonía que parecía tocar al ritmo de mis pensamientos.

"¿Que? ¿Por que?" - replico un poco exaltada Sam, mientras se detenía para voltearme a ver, y con su ojos me analizaba de pies a cabeza. No pude evitar sonreír ante su reacción.

"Si vamos a atacar a esos perros necesito alimentarme, así que te quedaras haciendo guardia, mientras yo... me alimento" continue caminando e ignore por completo su cara de confusión. "20 metros al oeste debería estar un riachuelo". - Dije mientras cambiaba el rumbo hacia esa dirección. "Puedes hacer una fogata e hidratarte... Aprendi que los humanos necesitan beber dos litros de agua al día, y tu no has bebido nada desde que empezamos nuestra travesía"

"Mmm, pensé que ya habías comido" - dijo mientras apuntaba mis manos, y se ponía a caminar a mi lado.

"Como dije, algo así... Ha!" - exclame al ver que efectivamente estaba el riachuelo que recordaba de mi ultima exploración por este lado del bosque, y sin perder el tiempo me arrodille al costado de este, el cual era el único sector que se veía más solido (había aprendido la lección que zapatillas y barro no eran una buena combinación). Procedí a levantarme las mangas de mi camisa, para poder eliminar la sangre que aun estaba pegada a mi cuerpo, aunque sabia que era una tarea en vano porque en cuestión de minutos volverían a estar igual de sucias.

"Estas herida"

"¿Lo dices por esto?" - replique al ver que Sam se acercaba a mi lado y miraba con atención las vendas que me había hecho con trozos de ropa y que ahora estaban fuertemente amarradas contra mis muñecas. "Algo así"

"¿Por que sigues diciendo algo así?" continuo Sam, aunque el tono de preocupación ahora había sido reemplazado por uno de molestia, y si mi visión no me falla podría jurar que la vi dar vuelta sus ojos. ¿Dramática? Si.

"No todo es blanco, y no todo es negro" - comencé al mismo tiempo que retiraba el vendaje de mis muñecas. "A veces es gris".

Escuche a Sam ahogar una exclamación. "O rojo" dijo mientras tomaba mi muñeca y examinaba con atención como estaba repleta de heridas circulares, eran mis pequeños orificios en distintos estados de curación. Mis muñecas ahora estaban tatuadas por diferentes marcas, desde cicatrices circulares a heridas que aun parecían exceder sangre en distintos grados de "rapidez", aunque más que nada parecían haberse coagulado recientemente. Podía sentir sus dedos recorrer con delicadeza mis heridas, deteniéndose brevemente en algunas para luego presionarlas levemente, y mirarme, como si estuviese esperando una respuesta de mi parte,  aunque creo que mi falta de reacción a su exploración parecía enojarla más que calmarla.


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Pd: ¿prefieren en 1era o 3era persona las historias?

Mon Sam HistoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora