Mon Sam Historias

A la caza (1)

"Pero miren quien me vino a visitar" - dijo Mon desde la rama del árbol en la cual se encontraba descansando, mientras miraba con una sonrisa sarcástica, a quien un día fue su "cazadora" y luego su "salvadora" y finalmente en una "extraña".

"Mon" - fue lo que alcanzo a responder Sam, ya que el pequeño monstruo había decidido saltar del árbol, cayendo a solo unos pasos de Sam, para luego hacer una leve reverencia. Aunque por la expresión de Mon, era sencillo concluir que no era por una señal de respeto.

"Te dije que volverías" - dijo Mon, guiñándole al final de la frase. - "¿Quieres una manzana? Se que a los humanos les gustan".

"No, gracias" - replico la cazadora, mientras juntaba sus manos delante de ella, como una forma de pacificar su mente y cuerpo. El volver a ver Mon, le traía recuerdos buenos y malos, al final y al cabo era a quien había autodenominado su archienemiga. Aunque debía de reconocer, que en su ultima interacción, en donde literalmente tuvo a Mon entre su espada y la pared, para finalmente decidir salvarle la vida, había sido una acción que hasta el día de hoy (meses después) no podía explicar muy bien. Lo que si podía reconocer, era que enviarle una carta a Mon en donde solo decía "Te deje vivir, ahora déjame vivir sin ti" en un nuevo intento para evitar que la siguiera cuestionando y siguiendo constantemente el porque decidió salvarle la vida, había sido una medida un poco apresurada (cruel) de su parte.

"Necesito un favor" - continuo Sam, - "Kirk, ya sabes el líder de la secta The Wolf-Dark, puso un precio a mi cabeza, y no han parado de intentar matarme, y se que a ti te encantan los lobos, aunque tu los llamas perros sucios, y pues pensé que podías ayudarme a eliminarlos, ya sabes es un win-win situation, tu te alimentas y a mi me dejan tranquila. Claro si no quieres o no puedes lo entiendo, se que no tenemos el mejor historial, pero..."

"Shh" -dijo Mon llevándole su dedo indice a la boca de Sam, quien parecía haber entrado en a una competencia de cuantas palabras podía decir sin respirar - "Voy a por mis cosas, y nos vamos a buscar un poco de sangre fresca ¿Si?".