Mi Gran Amor Perdido -Yaoi-

El resultado: el primer doncel.

Se moría de los nervios, Sakura no tardaría en llegar con los resultados y realmente le aterraba, quizá solo era alguna comida que le hizo mal... Pero él siempre comía saludable, no debía.

Cualquier cosa que fuese sabía que Naruto, su ahora mejor amiga Sakura y Kakashi le apoyarían, ellos siempre estuvieron para él aunque siempre los rechazó y dañó.

Se sentía terrible por las cosas que hizo, ahora que lo pensaba ellos no tenían la culpa de lo que su clan quiso hacer, en todo caso fueron los Uchiha, la gente miedosa y los malditos ancianos, ellos si merecían todo su odio.

Suspiró a la vez que Sakura entraba a la habitación con un sobre naranja en sus manos, ella aún no lo leía por lo que ambos se enterarían al mismo tiempo.

-Bien Sasuke, ya está el resultado de sangre y orina, veamos.

Abrió el sobre y comenzó a leerlo para ella, cuando llegó al resultado se quedó de piedra, era algo imposible mas el resultado de ambos análisis daban lo mismo, no podían estar estar equivocados.

Era imposible.

-¿Qu-qué tengo Sakura? -Realmente estaba asustado, la expresión de la pelirrosa solo lo hizo sentir mas nervios de los que ya sentía y es que podría desmayarse en cualquier momento.

-Sasuke ¿Alguna vez Orochimaru experimentó en ti algo? -Su pregunta tenía un tono de preocupación que fue contagiada al azabache.

-Sí, pero no se que era -Su voz temblaba a la par de él, se estaba por desmayar, lo sabía pero no lo haría hasta saber el resultado.

-No se como decirte esto así como no se cómo vayas a tomarlo -Suspiró profundamente y siguió hablando -Estas embarazado.

Soltó sin rodeos.

Sasuke al escuchar eso solo suspiró.

-Ah así que era eso, bueno, gracias Sakura por la noticia -Se levantó de la silla a la vez que mantenía una sonrisa perdida en la cara y sus ojos cerrados.

Sin más se desmayó.

-¿Sasuke? Mierda.

—-

Abrió los ojos y se dio cuenta de que estaba en una camilla de hospital, era extraño ya que no recordaba con exactitud lo sucedido.

Se tocó la cabeza al sentir un fuerte dolor en esta, era soportable pero dolía igual. A su cabeza comenzaron a llegar recuerdos de lo que había sucedido y se puso pálido en unos segundos.

¿Un bebé? ¿Cómo podría tener él un bebé? Era imposible, pero Orochimaru hacía posible lo imposible así que no se sorprendía en lo absoluto que pudiera.

Lo que le sorprendía era saber que precisamente él sería padre ¿O madre? No, padre. Increíblemente tendría un bebito, sería suyo y solo suyo, un poco de Naruto pero suyo al fin de cuentas.

¿Sería niña o niño? Si era niña la llamaría Haruka y si era niño lo llamaría Itachi, en honor a su hermano. Y le importaba una hectárea de verga la opinión de Naruto con respecto a los nombres.

-Veo que ya despertaste, ¿Cómo te sientes? -Le preguntó una voz que no era la de la pelirrosa, era de aquella vieja borracha que no le caía ni bien ni mal.

-Bien gracias Tsunade-sama -agregarle el sama al final no era algo que le agradase pero debía hacerlo.

-Ya me enteré de lo que pasó, deberías contarle a Naruto -Le dijo con una sonrisa, y era verdad, debía contarle y pronto.

Pero aun no tenía ni idea de como iba a hacerlo.

Naruto no era de las personas que se tomaban con calma las cosas y posiblemente armaría un escándalo con eso y era algo que no quería por nada del mundo.

Tal vez decirlo de una manera discreta y en casa, solos sería una buena opción, hablar con calma y tranquilidad.

-Opino lo mismo pero no sé como reaccionará -Apartó la mirada y suspiró, su personalidad había cambiado por completo, ya no era el mismo Sasuke que antes pero es que el amor que ahora recibía lo había llenado, sentía que por fin podría tener la felicidad que por tantos años quiso.

Estaba consiente de que eran muy jóvenes para ser padres, pero ya nada se podía hacer, no lo abandonaría ni mucho menos abortaría.

-Creo que soy eso llamado doncel, lo leí una vez en un pergamino de Orochimaru pero no recuerdo muchos detalles -Suspiró y se levantó dispuesto a marchase.

-Ya veo, buena suerte -Asintió y ya listo salió de la habitación directo a su casa, la cual era el departamento de Naruto.

Entró y fue a la cocina donde como pudo preparó ramen casero, si le iba a decir una impactante noticia lo iba a hacer bien.

Preparó la mesa con un lindo mantel que compró, una pequeña vela y los platos para el ramen.

Se sentó y esperó a que Naruto llegara. Se escuchó la puerta.

-Sasuke, ya regresé y... ¿Qué es todo esto? -Vio la mesa y la comida desprendía un olor que llegaba a sus fosas nasales -Ramen.

-Necesito hablar contigo de un tema importante.

—-

Ashura se encontraba feliz de la vida, leía un pergamino de su padre cuando vio a Indra entrar a la habitación.

-Ashura, debemos hablar -dejó de leer y asintió. -Como sabes, las cosas han ido muy bien, estoy tan agradecido por la oportunidad que me diste, pero quiero formalizarlo ¿Te gustaría acompañarme por el resto de mis días siendo mi novio?

Sus ojos se llenaron de lagrimas y asintió despacio, lo mas que quería era estar con Indra para siempre y lo estaría.

-Claro que sí, te amo tanto.

—-

Definitivamente ese recuerdo lejano era algo extraño ya que Sasuke y él ya eran novios, entonces ¿Qué quería decirle Sasuke?

Ahora lo averiguaría.