P. 3.INTRODUCCIÓN

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Hace unos cuantos días, sin saber que ya el Señor me lo iría diciendo, al pasar por una librería, vi un libro muy pequeñito que se titulaba "Diario del alma" a mí me gustó el título. Sería por recordarme que yo tengo un diario, al que titulé ya hace mucho tiempo "Diario de la salvación de mi alma". Y en él, he ido anotando todos los movimientos de mi alma desde que sentí el perdón de Dios, me lo creí, y ahí comenzó mi salvación, en el momento en que creí lo que el Señor había hecho por mí.

Comencé a escribir un diario, que no es el de mi vida, porque en él se reflejan solo los movimientos de mi alma, en realidad, es la historia de mi alma, pero vista desde la Resurrección.

Pero un día, el Señor haciéndome ver el amanecer, no como el que me enseñó antes, en que "vi" todos sus signos, sino este es un amanecer distinto, lleno de color, es el despertar de la aurora, y esa bonita canción que viene cantando y al sonido de su voz, se llena el cielo de un bonito color de rosa, inunda el cielo de color, lo cubre todo con su canción de amor, el amor que trae el Señor cada nuevo amanecer.

El Señor me preguntó varias veces:

¿Quién puede hacer que amanezca?

Yo entendía que así quería que se llamara el nuevo libro, pero como yo no sé escribir, me decía (tonta de mí) ¿de dónde voy a sacar yo argumento para escribir un libro?, yo no se hacerlo, puedo contar una experiencia que haya vivido, pero decir o contar algo que no sé, no voy a saber.

Estaba un poco preocupada, creía que era cosa mía, y el Señor esta mañana me ha vuelto a preguntar: ¿Quien puede hacer que amanezca?

Yo así, sin más, sé que solo el Señor puede hacerlo.

Pero no era la respuesta que él quería de mí.

Él quería demostrármelo, pues conoce mi torpeza para razonar las cosas. Si, yo sé, que solo el Señor puede hacer que amanezca.

Pero primero, que ha sido el final de mi otro libro, me ha hecho ver la locura del mundo, la locura de la razón, y cómo los hombres la están perdiendo, y me lo ha hecho ver, por los acontecimientos que se oyen y pasan cada día.

Por ejemplo; el otro día dieron una noticia que decía, que en un camión frigorífico se habían encontrado, muchísimos ancianos abandonados por sus hijos que se habían ido de vacaciones y los habían abandonado.

Y como esa, son casi todas las noticias que se escuchan en el mundo, violencia, guerras, hambre, egoísmo, robos, asesinatos, desamores, divisiones...... Y un sin fin de cosas más, que hasta da miedo contar.

Y diciéndome todo eso, llegó el amanecer, con su manto color de rosa, mezclado por todo el infinito. Y ese manto de amor que cubre la tierra, es el amor del Señor que puede hacer que amanezca.

Era una maravilla ver este amanecer, donde todo era color, el Señor nos mostraba el amor, y con él nos decía que él puede hacer amanecer en tantos corazones que escuchen la voz del amor, que dejen esa locura, que limpien su tierra, que dejen al descubierto el corazón, para ver ese nuevo amanecer que cada día nos regala el Señor.

Y oyendo y viendo eso que el Señor me decía, allá a lo lejos, en las pequeñas montañas, algo llamó mi atención. Me levanté y me acerqué a la ventana para verlo mejor. Parecía un incendio, la montaña estaba oscura, su color era azul o un gris oscuro por la distancia, y porque no había salido el sol.

Yo seguía viendo como un incendio, una lumbre encendida, pero no había humo. No podía ser un incendio, el reflejo del sol tampoco era, primero porque no había salido y segundo porque no era en lo alto de la montaña, sino más bajo.

Y entonces comprendí el signo y me acordé de la zarza ardiendo, que ardía sin consumirse, y eso era lo que yo estaba viendo, un mensaje de esperanza.

El amor de Dios que arde y no se consume, que es como un incendio.

Que él trae el fuego a la tierra, porque mi corazón estaba ardiendo, como aquel incendio que yo estaba viendo y que no había visto ningún día, porque era el mensaje para este día, para que yo comprendiera que iba a ser el Señor el que me iba a seguir escribiendo el libro, y que él me iba a ir explicando quién es el que puede hacer que amanezca.

Solo su amor, solo el amor que no se consume, solo su amor, que siempre perdona, solo su amor, que siempre llama, solo su amor, que nunca se cansa, solo su amor, que no se consume nunca y nunca se apaga, porque su corazón es la llama viva, de él se encienden todas las llamas, y todas las hogueras de todos los corazones que se encienden en su llama.

¿Quién puede hacer que amanezca?

El Señor, me ha abierto los ojos del corazón, para que pueda saber quién es el que puede hacer que amanezca. Es tu amor, es el amor, ¡el mundo está tan falto de él!, en esta oscuridad y en esta locura de la razón, ¿que esperamos los que esperamos en tu amor?, esperamos ver amanecer, porque solo tú, con tu amor, puedes hacer que amanezca.

  Es tu amor, es el amor, ¡el mundo está tan falto de él!, en esta oscuridad y en esta locura de la razón, ¿que esperamos los que esperamos en tu amor?, esperamos ver amanecer, porque solo tú, con tu amor, puedes hacer que amanezca

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