𝑹𝒆𝒎𝒏𝒂𝒏𝒕 𝑰𝒏𝒗𝒊𝒄𝒕𝒂 (𝑻𝒓𝒂𝒅𝒖𝒄𝒊𝒅𝒐) ✓

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Aquí vamos

Capítulo 10

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Jaune no podía dejar de pensar en las pruebas de armas incluso una vez que regresaron a Beacon. Estaba seguro de que los demás estaban iguales. Todos sabían para qué era el Proyecto Terminus, pero solo conocían el objetivo final. Realmente no había nada que sugiriera que funcionaría, ninguna prueba de concepto o razón para emocionarse demasiado. En el fondo, había sentido que era un proyecto condenado al fracaso. ¿Matar a Salem? ¿Acabar con los Grimm de una vez por todas? No seas estúpido. Nunca se acababan. Se encogieron de hombros ante el fuego de armas pequeñas como si nada, y los especímenes más grandes necesitaron varios misiles para derribarlos. ¿Cuánto más difícil sería para la propia Reina Grimm? No había un arma lo suficientemente poderosa.

Hasta ahora.

Ahora, a través del Polvo, ya través de alguna ciencia que realmente no entendía, crearían un «gran láser de mierda», como lo había llamado Yang. La montaña que golpeó ya no estaba en pie, y él sabía que era un gran problema porque los CO tenían esa mirada de consideración en sus ojos, y se habían enfrascado en una charla tranquila pero notablemente emocionada después de la prueba. Los planes se estaban poniendo en marcha. Se estaban haciendo estrategias. Y si creían que era posible, ¿entonces qué sabía él? No era más que otro par de botas en el suelo.

Todos se habían apiñado en el dormitorio de Nora y Ren. Era el dormitorio situado entre el de Yang y el de Ruby, y el de él y... bueno, el de él. Eso significaba que había una habitación libre a cada lado, y la menor posibilidad de que alguien los escuchara. Todos se habían amontonado encima de las dos camas, cadera contra cadera, con la voz baja y los ojos encendidos.

—Es factible, ¿no? —susurró Ruby—. El fin de Salem. Un fin real.

—No te emociones demasiado, hermana —dijo Yang—. La última cruzada para volver a tomar la gran muralla estaba destinada a poner fin a Grimm en Vale también y mira cómo fue.

—Eso fue usando medios y mano de obra convencionales —dijo Nora—. Esta es una historia completamente diferente.

—Y los CO parecían francamente extasiados —agregó Ren—. ¿Viste sus filas? Nunca había visto a tanta gente importante junta fuera de los desfiles, los memoriales y el discurso anual de año nuevo.

—Va a necesitar una base de vehículos —dijo Ruby—. Enterraron los cristales en la tierra apuntando a la montaña, pero la Reina Grimm no se quedará quieta ni vendrá desde un ángulo conocido, ¿y por qué se acercaría a ella de todos modos? Tendrá que ser móvil.

—¿Camión de plataforma? —ofreció Jaune—. ¿Lanzamisiles con el misil despegado?

—¿Quién sabe? Podrían simplemente manipular algo entre cuatro tanques y dejar que ellos hagan el levantamiento.

Tendría que ser algo construido específicamente para él, y algo lo suficientemente poderoso como para transportar el arma por el terreno y lo suficientemente maniobrable para apuntarlo. Los cristales también habían explotado después del disparo, así que una oportunidad. O varias armas. Sería un riesgo loco hacer solo uno cuando un solo agente durmiente con una bolsa de explosivos podría arruinarlo todo.

—Sin embargo, Ruby tiene razón —dijo Nora—. ¿Por qué la Reina Grimm se va a acercar a esta cosa? ¿En serio? Ella ya sabe que se está desarrollando y seguro que no se habría perdido esa montaña diciendo adiós. Tendremos que llevársela, y ella no va a estar interesada en sentarse a comer un trago.

—Tal vez esa es la idea —dijo Ren—. Dale una palmada a la arcología, amenaza con usarla y ella nunca podrá acercarse. La mejor defensa.

—Excepto que no funcionó para Atlas —dijo Yang—. Y solo porque ella no se acerque no significa que no enviará legiones de Grimm en nuestro camino.