(Remake) Capítulo 1

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Intruso de patas cortas

Jungkook no tenía miedo. Era un hombre hecho y derecho, armado hasta los dientes con su raqueta de tenis y el pijama de invierno, dispuesto a luchar a muerte con la persona o bestia salvaje que se había colado en su departamento. Quien dice luchar a muerte dice comprobar rápidamente y encontrar un escondite seguro desde el cual llamar a la policía.

Pero no, Jungkook no tenía miedo, simplemente era un joven coherente y precavido.

Corroborando que la sala de estar estuviera vacía, avanzó a paso lento hacia la cocina desde la cual, seguramente, había provenido el "crack" que lo despertó de su sueño reparador. Si hubiese podido convertirse en un insecto para revisar el cuarto de forma segura, lo habría hecho. Pero no podía, no había comprado un hechizo de esos en mucho tiempo. Así que simplemente tomó aire, se aferró a su arma mortal y ¡Pum!

Nada. Vacía la cocina.

Sólo estaba la ventana abierta y algunos platos destrozados en el suelo, pero ni rastro del perpetrador que había invadido su propiedad privada. Confió en que no había fantasmas en su casa, se había hecho cargo de limpiar las "malas energías" según su hermana, así que se decidió por confiar en que había sido el viento. O alguna rata asquerosa que encontraría en la mañana cuando se hiciera cargo de limpiar el desastre.

Volteó, dispuesto a regresar a su cama y pensando en cambiar la alarma para recuperar su tiempo perdido, pero su corriente de ideas se cortó abruptamente al ver una figura pequeña en la puerta.

No medía más que una botella de agua y estaba tan tiesa como él a media cocina. Así que se estiró y encendió la luz, una gota de sudor cayendo por su rostro y la mandíbula tensa.

Esa cosa a un metro suyo parecía un muñeco, un muñeco que parpadeó y alzó sus manos mientras abría la boca.

Como Jungkook no es ningún miedoso, miedo y novia jamás tuvo, le lanzó su arma mortal al artilugio poseído que estaba en su hogar. Puntería también le faltaba, así que tuvo que recuperar su arma mientras lo perseguía por toda su casa. "¡Detente!", "¡¿Puedes parar, mierda?!", "¡Me vas a matar!", "¡¿Estás intentando matarme?!" chillaba el ser del averno, trepándose a sus muebles y usándolos como cobertura, esquivando con mucha suerte y poca habilidad a sus tiros espectaculares de raqueta. Pero cuanto más lo intentaba, más se veían afectados los cuadros familiares y libros mal acomodados. Jungkook se vio obligado a parar cuando la foto de su abuela se tambaleó peligrosamente de una estantería. Ningún muñeco poseído valía la furia incontrolable de sus abuelos.

—Tienes una puntería del carajo para ser jugador de tenis— Oyó decir al intruso, mientras Jungkook colocaba los adornos otra vez en su lugar.

—Tienes una boca muy grande para ser un colado en mi hogar— Respondió, volteándose con raqueta en mano dispuesto a atacar sorpresivamente. El muñeco, sin embargo, parecía haberse puesto cómodo en su sofá. La luz de la calle le permitía verlo con un poco más de claridad — Eres un muñeco muy bien hecho. Ahora vuélvete con el sectario que te haya invocado, no me interesa meterme en problemas.

—¿De dónde has sacado que soy un muñeco? Soy humano— Pura indignación se deslizó en sus palabras mientras se cruzaba de brazos, reclinándose entre las almohadas —Taehyung. Me llamo Taehyung— Añadió chasqueando su lengua, como si aquello fuese a darle más humanidad.

Aunque no se vio en la necesidad de regresar a la agresividad anteriormente mostrada, Jungkook extendió la raqueta y señaló la puerta, aun manteniendo la mirada en su visitante.
Un humano pequeño no era menos peligroso que un demonio encapsulado, su propio trabajo se lo había enseñado.

—Bueno, Taehyung, puedes retirarte. O puedes esperar a la policía— Agregó, porque si algo había aprendido en su poco tiempo en el sistema educativo era que la negociación llevaba al triunfo, aún si ninguna de las opciones era buena.

El rostro del pequeño humanoide se deformó en terror y rápidamente se incorporó, negando mientras pegaba sus manos como plegaria.

—¡Espera! — Rogó, bajando de un salto para correr hacia los pies de Jungkook —Sólo necesito un lugar donde pasar la noche, las ratas no están siendo buena compañía— Y la expresión del dueño de casa debió haberlo dicho todo porque rápidamente Taehyung añadió —Tampoco tengo enfermedades, lo prometo.

Ver las ropas harapientas de su invasor lo volvió muy consciente del frío que hacía en el ambiente. Era uno de los inviernos más crudos en los últimos años, cortesía del calentamiento global, y su buena voluntad le pidió a gritos que no fuera cruel con esa cosa pequeña que temblaba frente a él.

Volvió a la cocina solo para cerrar la ventana, escuchando los pasitos de Taehyung seguirlo con cautela, y finalmente regresó hacia él cuando sintió que había llegado a una conclusión.

—La noche— Estableció, usando su tono más firme.

El rostro de Taehyung se iluminó, una sonrisa casi imperceptible pero delatora de su emoción cruzó sus labios y asintió enérgicamente.

—Sí, sólo la noche— Prometió, pisando sus palabras mientras seguía a Jungkook hacia el pasillo que daba a las habitaciones —¿Puedo saber tu nombre...? — El espacio señaló lo que el no-tan-buen-jugador-de-tenis había pasado por alto y que, con un suspiro, aclaró.

—Jungkook.

Taehyung se detuvo cuando llegaron a la puerta del dormitorio.

Y aunque parecía que iba a agregar algo más, no dijo palabra alguna. 







ACLARACIONES 2:
Este es el primer capítulo, que en realidad funciona como teaser, de toda la novela que está siendo reescrita. Va a verse sometido por ediciones, quizá. No lo sé. El punto es que el proyecto está casi terminado y quisiera leer sus opiniones. Si veo que les llama la atención, estaré subiendo algunos más. 
Espero que les haya gustado! Nos leemos. 

CreepyAnto. 

Cuidando a un Mini Taehyung (KookV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora