El Secreto de Jeon Jungkook [En Emisión]

Cap.1 🐛

Febrero 18, 1959
Condado Milwaukee, Wisconsin Estados Unidos

Canción del capítulo: heartbreak hotel.

-¡Wup! -Jungkook bajó las escaleras de un salto, ese chico era tan inquieto, pero quien podría controlarlo cuando su cantante favorito estaba allí en su ciudad. El golpe de sus pies provocó un salto en el corazón de su madre, quien iba pasando con un canasto de ropa y lo dejó caer.

-¡Jeon Jungkook! -ella le gritó apretando sus puños en el aire.

-Lo siento madre -le dio un beso rápido en la mejilla y bailoteando, corrió a la cocina para meterse un pan tostado en la boca y servirse leche en un vaso.

-¿Se puede saber porqué estás tan eufórico? -La mujer preguntó al revoltoso castaño.

-Hoy el es día, mamá. Te lo dije, voy a conocer a mi ídolo. -Christine entornó los ojos y se cruzó de brazos.

-¿El tal Elvis? ¿No lo han encerrado aún?

-Así es, y no. Está en el ejército, pero le dieron oportunidad de dar un concierto, y eligió Tenesee y Milwaukee. -dio una vuelta en su lugar, estaba tan acelerado que no podía dejar de moverse y brincotear.

-Ese hombre fue creado para gustar a mujeres locas, ¿Qué hace mi hijo emocionado por un muchacho así?

-Madre, me gusta su música -la miró con recelo.

-¿Y se puede saber de dónde sacaste dinero para el boleto? -puso sus puños en su cintura, haciéndose ver estricta.

-Me invitó Hoseok, su abuelo le envió dinero y con eso compró su boleto y el mío. ¡Me voy! -dijo metiéndose un huevo cosido en la boca. -ella hizo un gesto con su mano restándole importancia a lo que sea que el menor hiciera y continuó haciendo su quehacer.

Jungkook salió por la puerta y rápidamente levantó su vieja bicicleta y emprendió viaje sobre ella, mientras cantaba.

"Well, now if your baby leaves you and you got a tale to tell. Well, just take a walk down lonely street. To heartbreak hotel. -levantó sus manos en el aire mientras cantaba con pasión -where you will be, you will be lonely baby. Well, you will be lonely, you'll be so lonely, you could die"

Las carreteras estaban abarrotadas de automóviles y peatones que iban al mismo destino que él. En quince minutos, ya estaba en el gran terreno donde se llevaría acabo el dichoso concierto.

Derrapó cerca de Hoseok, quien brincó emocionado al verlo, incluso aplaudió.

-¿Los tienes? -preguntó el menor, y su mejor amigo sacó dos boletos de su bolsillo.

-¡Los tengo! -ambos jóvenes gritaron con emoción, no era común escuchar a hombres gritar y menos por un músico, así que no faltaron las miradas de extrañeza. Pero a ellos no pudo importarles menos, pronto ya estaban dentro, esperando que su ídolo apareciera.
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Ambos salieron caminando, a un lado de sus bicicletas. Ya era bastante noche pero todo se sentía tan tranquilo, el aire estaba bastante fresco por la temporada, Jungkook usaba el suéter rojo que le había obsequiado el abuelo de Hoseok en navidad. Amaba a ese señor y a su esposa, vivían en un condado vecino pero siempre procuraban a su nieto, y eso significaba que también al mejor amigo, es decir a Jungkook. Cuando Hoseok decidía ir a visitarlo, llevaba a Jungkook consigo y pasaban una tarde agradable con los ancianos, y regresaban con obsequios y postres deliciosos que hacía la abuela.

Llegaron al puente que atravesaba el lago, Jungkook adoraba recargarse en el muro de piedra y asomar la cabeza al fondo. El agua estaba tan clara que incluso desde la gran altura en la que estaba -cinco metros- podía ver su reflejo, su cabello castaño cayendo por sus mejillas que se hinchaban al agachar la cabeza, y su enorme sonrisa brillante, no había sol que le ayudara a mirarse con claridad, pero la luz de la luna, le permitía ver la forma de su silueta. Hoseok se le unió, curioso por aquello que tuviera tan entretenido a su mejor amigo, al no ver nada, simplemente sonrió y despeinó aquellas suaves hebras.