Historias Incubadas, Muertas & Otras Ideas

En mi mente se veía mejor

...Que quieres que te diga? Algo de He-Man y los Amos del Universo, eso es todo lo que es.

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Teela observo todo en silencio, su mirada perdida en el paisaje y el viento frió de la noche acariciando su mejilla. Sintió un ligero escozor, pero lo ignoro deliberadamente, en cambio, su nariz respingue levemente ante el olor de la sangre y la muerte.

Ella mira a su alrededor, cuerpos caídos tanto de sus compañeros, así como de enemigos por igual, la cruenta batalla no había dejado más que humo, fuego y destrucción en el ahora terreno baldío.

Puede observar a sus guerreros mientras se mueven por el campo recolectando los cuerpos de sus compañeros caídos en batalla, ella puede mirar sus rostros llenos de angustia y tristeza, otros tratan de disimularlo. Pero otros, en cambio, derraman lagrimas abiertamente mientras sostienen los cuerpos de sus amigos o, para mala fortuna, un hermano.

Aun con todo eso, la calma no la abandona y su temple se mantiene intacta, ella no flaquea ni por un instante, menos ahora de lo que nunca lo ha hecho. Igualmente, su mente se mantiene intacta de cualquier pensamiento; Teela no piensa en la batalla que ha tenido lugar hace horas atrás en aquel terreno, no piensa en la vida de los cientos de hombres que ya no volverán a casa, no piensa en como Skeletor y sus fuerzas ganan más poder y terreno conforme la guerra avanza.

Ella no piensa en las mujeres, ahora viudas, que tendrá que decirle que sus esposos no volverán a casa, y ciertamente no piensa en los muchos niños que ahora seguro serán huérfanos. Teela no piensa en cómo les fallo, en cómo le fallo a su padre, al reino y a la corona...

Ella no piensa en Ad...

El sonido de fuertes pisadas acercándose la alerta, trayéndola de regreso de entre sus pensamientos y, rápidamente, limpia todo rastro de lágrimas saladas de sus mejillas y vuelve a erguirse una vez más, recta, fuerte y poderosa.

"Teela"

Ella lo mira en silencio y él la observa con cautela, alto, poderoso e imponente como siempre lo había sido desde el primer día. Infundiendo respeto, pero también esperanza entre sus amigos, y también temor, pero este último solo reservado para sus enemigos.

Atrás había quedado el taparrabos del luchador de Grayskull, siendo reemplazado ahora por una armadura roja y plateada. Haciendo lucir a He-Man como un verdadero Campeón de Eternia.

Él se para a un lado de ella. "¿Te encuentras bien?", pregunto, pero luego su mirada cambia a una de preocupación. Ella desconoce la razón... "Estas sangrando", un corte en su mejilla podía observarse del cual la sangre salía.

Eso explicaba el ardor en su mejilla.

"Estoy bien, y esto no es nada", ella prontamente desvío su mirada, limpiando descuidadamente la sangre en su mejilla. Observo a los guerreros terminar de levantar los cuerpos de los caídos. "Debemos regresar a Eternia", y con eso se apartó lentamente.

Pero no ha avanzado ni dos pasos cuando siente que la sujetan del brazo. "Sufrimos muchas bajas y los guerreros necesitan acampar y descansar para recobrar fuerzas", dijo el Campeón.

Ella se soltó de su agarre, con un poco más de brusquedad del necesario, pero no reparo en eso. "No hay tiempo para detenerse y disfrutar del paisaje. Skeletor y sus fuerzas se han retirado y deben estar planeando su siguiente movimiento ahora mismo, nosotros debemos hacer lo mismo y planear como contrarrestarlo", dijo, y Teela se preguntó si él notaría el tono vagamente hostil en su voz. Si lo hizo o no, no mostro indicios de ello, en cambio, solo la miro en silencio contemplativo... Como si supiera algo que ella no. "Hay que volver, ahora"

"Teela...", He-Man la detiene una vez más. Se estremece al escuchar su nombre saliendo de su boca, con esa voz escabrosa y poderosa. Pero lo que la mantiene en su lugar es la forma en la que pronuncia su nombre... A ella le recuerda a alguien. "...Se que quieres volver porque estas preocupada, yo también lo estoy, pero los soldados necesitan descansar. Podemos regresar a Eternia mañana a primera hora. Estoy seguro de que los Maestros podrán hacerse cargo de cualquier situación en lo que nosotros volvemos"

Él tiene razón, ella lo sabe y también sabe que él está consciente de ello. Aun así, ella trata de no ceder ante eso y mantenerse firme en su decisión. Entonces, él la mira fijamente con esa mirada, esa mirada que evoca sentimientos desconocidos en ella. Esa mirada tan parecida a...

Teela podía sentir sus rodillas temblar. Ella va a caer... "Está bien", asintió mientras, gracias a los Ancianos, él la sostenía con sus grandes manos con firmeza manteniéndola en pie. "Acamparemos en un riachuelo cerca de aquí"

Él le sonrió y ella, sin poder o querer evitarlo, solo pudo corresponder al gesto con una sonrisa propia. Al final ambos eran compañeros, eran amigos y Teela sabía que siempre podía confiar en He-Man al igual que él confiaba plenamente en ella.

Tal como ella y...

"También debes curar tus heridas", He-Man dijo.

Ella pudo sentir su mano callosa acariciar con delicadeza su mejilla, produciéndole una leve irritación al rozar su herida y también un estremecimiento al sentir sus ojos recorrer su cuerpo en busca de más heridas. "Estas muy lastimada", dijo y frunció el ceño, casi como si eso fuera algún tipo de ofensa.

Teela miro sus heridas, no eran la gran cosa, pero aun así si no se trataban podrían llegar a infectarse y eso podría ser más perjudicial para ella.

"Te curare", dijo con vehemencia. Ella lo miro inexpresivamente en silencio por un momento, para después asentir y permitir que él la guiara.

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Muerto, muerto. No esperes que te diga algo mas. Muerto.