té y sentimientos

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¿Qué puede hacer uno de los hombres más fuertes del universo después de haber vencido su propio pasado? Bueno, claramente ser un cazarrecompensas ya no era una opción. Ahora que había conocido la verdad, necesitaba enfocarse en buscar una nueva vida o... disfrutar lo que le quedaba de ella.

El tema de urgencia en estos instantes era conseguir un nuevo empleo pero ¿donde? Por un momento pensó en ser el protector de los shugas pero tampoco quería lucrarse de eso, ya que era un trabajo que haría gratis. Tal vez como guardaespaldas, o quizás podría ganar dinero fácil en peleas clandestinas... aunque ese no era un "empleo" precisamente honrado.

Mientras caminaba por las transitadas calles de la ciudad, un hombre salió de la nada a irrumpirle el paso. El tipo ni siquiera parecía ser un shuga, más bien era un alienigena azul y robusto de aspecto extravagante.

—Hey, tú. ¿Estás buscando trabajo?

Que oportuno.

Granola lo miró, confundido, pero tan rápido como asimiló la situación; solo asintió.

—¡Es tu día de suerte, jovencito! Mi nombre es Chai y acabo de abrir un local justo aquí, en el maravilloso planeta cereal— canturreó el hombre, mientras señalaba con orgullo el negocio pequeño que estaba a su costado derecho. Curioso, Granola ni siquiera lo notó antes—. Nos falta personal y creo tener el trabajo indiciado para un muchacho alto y fuerte, como tú. Entonces, ¿qué me dices, eh?

El moreno echó una mirada a dicho local. Parecía ser algún tipo de tienda de té y postres. No podía siquiera imaginarse a sí mismo en un lugar como ese, incluso parecía más conveniente participar en peleas clandestinas.

—No te veo muy convencido, jovencito. Así que te dejaré este folleto con información y mi número de contacto.

Granola tomó dicho papel para leerlo ahí mismo. Al parecer, los puestos disponibles eran muchos, pero solo uno de ellos le llamó la atención.

—Está bien-

—¡Brillante! No necesitas nada más-interrumpió, entusiasta— Comienzas mañana por la mañana; a las ocho en punto. ¡ni un minuto más! En Dragon Tea somos exigentes con los horarios—se carcajeó el viejo, al parecer no queriendo sonar precisamente estricto.

Y antes de que Granola pudiera decir algo más, el señor 'Chai' ingresó al establecimiento. Pudo verlo incluso dentro, atraves del gran cristal que daba vista al interior. Suspiró, al menos había conseguido trabajo y parecía ser uno que encajaba más con alguien como él, así sea temporal.

***

Llegó puntual y un poco nervioso. No sabía muy bien cómo era llevar una vida 'normal' y ajena a situaciones peligrosas, así que todo esto era una especie de experimentación extraña para ponerse a prueba y también para callarle la boca a Oatmeal, que llegó a burlarse de él por haber elegido tal labor.

—¡Buenos días, muchacho! Llegas justo a tiempo. Me alegra que seas responsable porque tu jornada será un poco extensa... ¡al menos por hoy! Espero no te moleste— el señor Chai le sonrió nervioso, como temiendo que el ceresiano se arrepintiera.

—Está bien. Solo dígame qué clase de amenazas debo neutralizar y cuales son los limites—El viejo le miró, desconcertado—. Ya sabe, para mantener un buen rendimiento como guardia de seguridad.

—Oh, no, no, no. ¡Nada de eso!— el moreno era el desconcertado ahora—Tú, amigo mío, te encargarás de la publicidad— acercó un estante con ruedas, en el que estaba colgado una enorme botarga con forma de dragón.

Esto no puede ser posible.

—... ¿U-usted quiere que yo... use eso?— preguntó, incrédulo y un poco descontento.

cortos‼️merunola  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora