Cap 4 - Part I Moviendose a una propiedad

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"Como. De alguna manera u otra, la bancarrota es inminente, y no hay nada que pueda permitirse compartir con la hija de tu ex esposa. ¡Después de todo, tu hija es una niña!

Brenda Hardy gritó ferozmente a su marido, quien mantuvo su boca cerrada. La noche anterior su mente estaba tan aturdida que empezaba a llenarse de ira tardía. Walter Hardy estaba en silencio, solo inclinando su vaso.

"¿Me estas escuchando ahora mismo? ¡Esposo! ¡Hey, Visconde Hardy!"

Brenda Hardy exclamó nerviosa y agarró la botella. Desde que fue estafado, el ha estado bebiendo todo el día y noche, pero hoy es especialmente molesto y esta tomando sus nervios.

"Una.... persona que dijo llamarse así misma como la hija de la familia Hardy a venido de visita"

La noche anterior, justo cuando la criada, había venido a ella con prisa, le informó, la viscondeza había pensado que alguna persona loca había aparecido. Erna Hardy. Si la criada no hubiese agregado el nombre del visitante, ella hubiera dado la orden de tirarla con un trapo o algo.

Apareció la hija de Annete. ¿Porque así de repente?

Brenda Hardy se encontró con un espectáculo que la dejó boca abierta mientras ella corría hacia al lugar con incredulidad. Erna se parecía exactamente a su madre. Era como si Annete Baden, quien murió, hubiese vuelto a la vida. Por supuesto, esa ridícula vestimenta, era también una sorpresa.

"¡Cariño! ¿Qué es lo que harás con esa niña? ¿Huh?"

"Tengo que regresarla de vuelta"

Walter Hardy, quien a estado actuando como si estuviera paralizado al otro lado del río, finalmente abrió su boca.

"Solo tengo que convencerla de que escuche y regresarla de vuelta. Eso es todo, Brenda"

"Es muy fácil decirlo. Si. Puedo hablarlo bien. Ella ha venido todo el camino hasta aquí e hizo una petición absolutamente absurda. De ninguna manera"

Brenda Hardy resoplo con puro sarcasmo.

Erna quería que protegieran la casa de campo de la familia Baden. La petición de la niña fue realmente absurda y desvergonzada. Encima con una cara muy nerviosa. La niña Annete Baden habló muy bien. Brenda Hardy tuvo que usa toda su paciencia para no hechar a la chica inmediatamente. 

"Maestro, señora. El desayuno está listo. Erna por favor baja tu también"

El mensaje de la criada,  acompañado con el sonido de un golpeteo cuidadoso, detuvo a Brenda Hardy, que estaba a punto de gritar otra vez.

"Habla correctamente, para que así pueda entenderte y envíala de vuelta. Debe ser así ¿Correcto?

Dejando atrás a su nueva esposa. Walter Hardy se levantó.

Anoche le dieron de comer y un lugar para dormir, para mantener la mínima moralidad. Así que, Walter Hardy estaba determinado en  expulsarla de inmediato. De todas maneras, él no tenía ninguna intención de reconocer una hija, que actuaba como una deudora en una problemática situación. Obviamente esta era su intención. Hasta que conoció a Erna, que esperaba pacientemente en la sala del desayuno.

Cuando sus ojos se encontraron. Erna rápidamente se levantó de su asiento. El sol de la mañana que entraba por la gran ventana que daba al jardín caía sobre ella. ¿Tal vez fue porque estaba demasiado ebrio anoche? Se siente como si la estuviera viendo por primera vez.

"Hola, padre"

Erna, que parpadeó con sus grandes ojos mientras contenía su respiración, vino a saludar. Era una voz muy clara y suave.  

"Yo... ... ¿Padre?"

Con su cabeza levemente inclinanda, Erna junto sus manos, que temblaban nerviosamente. Aún con la apariencia pequeña y esbelta de su cuerpo y de rasgos faciales definidos. Ella era una niña que perfectamente lucia a su madre. Parecía ser que los únicos rastros que dejó, en el mejor de los casos, fue cabellos castaños.

Walter Hardy, que trago saliva seca, miró a su hija con una mirada aún más tenaz. Incluso en esa absurda vestimenta, ella era una niña tan bonita. Si ella estuviera mejor arreglada seria toda una belleza. Para ser honesto, ella podría no estar muy lejos de la princesa Gladys, en términos de belleza, a quien todo el país la adoraba con entusiasmo.

Cuando el pensamiento llegó hasta ese punto, Walter Hardy dejó escapar una breve exclamación sin darse cuenta. Se sentía como si una gran fortuna que había sido completamente olvidada hubiera llegado.

"Primero tengamos nuestra comida"

El dijo algo completamente diferente de su promesa y miró a su esposa parada a su lado con una mirada muy sería.

¿Que es lo que vamos hacer ahora?

Brenda, que abrió los ojos ampliamente, se relamio su labios y le increpó, pero él no cedió.

"Vamos a hablar un poco más, cariño. Creo que será una historia muy importante"

El príncipe problemático Donde viven las historias. Descúbrelo ahora