Capítulo 00:28

1.4K 235 37
                                    


—Oye, hyung —llamó Jungkook, observando las piernas de su amigo.

—¿Qué quieres? —preguntó el pelimenta debajo del automóvil el cual se encontraban arreglando.

—Nam hyung no vino a trabajar hoy tampoco —comentó entregándole la llave que pedía.

—Vino en la mañana, nos ignoró y se volvió a ir sin aviso —corrigió.

El castaño torció sus labios—. ¿Hasta cuándo crees que las cosas seguirán así? Ya ha pasado una semana.

—Hasta que logren asumir que lo que vieron y escucharon en realidad sí ocurrió y que ninguno de los dos vamos a dejar a nuestras parejas por más que nos lo pidan —anunció—. Al menos yo lo prefiero así —dijo saliendo debajo del auto—. No los quiero a mi lado si solo van a estar hablando mierda y ordenando cosas, para eso ya tengo a mi madre en mi vida —resopló.

—Hablando de tu madre —recordó el menor—. ¿Cómo va toda esa cosa de la prometida y eso? —preguntó curioso.

Yoongi sonrió mientras sacaba un paño del bolsillo trasero de su pantalón y limpiaba sus manos.

—Con Minnie ya hemos resuelto ese problema —anunció.

—¿Cómo? Ninguna de las dos parecía realmente que se iba a rendir sin importar tu opinión —expresó confundido.

—Solo les restregué en sus caras lo gay que soy —se rió—. Mi Jimin también representó su papel tan bien que no creo que nos vuelvan a molestar.

—¿Estás seguro? Tal vez tu madre solo busque a otra mujer con la cual comprometerte y listo —indicó.

—¿Recuerdas que ayer salí con Minnie por la tarde? —preguntó manteniendo su sonrisa.

—Si —asintió—. No te veías muy feliz a diferencia de Minnie y volvieron demasiado tarde, ya estábamos en la cama con TaeTae.

—Mi madre estaba celebrando mi fiesta de compromiso sin estar yo presente, por lo que fuimos y anuncié a Jimin como mi pareja, nos tocamos frente sus sofisticados amigos y luego nos fuimos al baño de invitados a tener sexo ruidoso, y luego también en mi habitación —explicó como si nada—. Ambos gemimos lo bastante fuerte como para que cualquiera que pasara cerca nos escuchara.

—Ugh, demasiados detalles —pronunció arrugando su nariz—. Pero mientras su problema se haya resuelto...

—Créeme, mi madre lo que más odia son los escándalos y mi hermana ya me confirmó que hice uno lo suficientemente grande como para que ahora reniegue que soy su hijo —explicó divertido—. Por lo que estoy bien.

—Me alegra entonces —asintió—. ¿Nos vamos? Tenemos que pasar al supermercado para comprar la comida y las cosas para decorar.

Yoongi asintió y tiró el trapo sobre el auto.

—Dime otra vez por qué vamos a ir al supermercado a comprar cosas para decorar —pidió dirigiéndose al pequeño cuarto para cambiarse de ropa.

—Porque Minnie no quiso que le hiciéramos una fiesta para celebrar que... Ya sabes, ¿se quedará con nosotros? Hasta que hubiésemos comprado y arreglado tal cual lo ha visto en las películas —respondió—. Y tú le prometiste que lo harías hoy luego de que te mirara con ojitos y puchero —añadió divertido.

—Mocoso idiota, eso no era necesario —gruñó mientras se cambiaba de ropa.

—Ah, hyung —llamó—. Estaba pensando... ¿Por qué no se mudan con nosotros? —preguntó.

—¿Mudarnos? —repitió alzando una ceja.

—Sí —asintió el menor—. A los chicos les gusta estar juntos y la casa es lo suficientemente grande para tenernos a los cuatro —explicó—. Solo piensa en lo feliz que serían ambos. O si quieres tu propio espacio, tal vez puedas arreglar la tienda y hacerla de tu hogar —expresó—. Era otra parte de la casa después de todo, la estructura sigue ahí —se encogió de hombros.

Zero O'ClockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora