Capítulo 00:13

2K 450 262
                                    


—Acelera un poco, Hyung —pidió Jungkook mientras seguía observando el motor.

Obedeciendo, Yoongi aceleró y cuando aquel extraño sonido en el motor no apareció, ambos mecánicos sonrieron satisfechos.

Apagando el motor, el peliverde se bajó del auto y contempló la entrada del taller. Sus labios se estiraron en una pequeña mueca al contemplar el atardecer.

—¿Ya te vas? —preguntó el castaño mientras se limpiaba las manos.

—Sí, quiero llegar a dormir un poco —pronunció con un bostezo cansado.

Y con las feas ojeras que se traía el mayor, Jungkook realmente esperaba que Yoongi pudiera dormir.

—Espera, Hyung —le llamó siguiéndole a la pequeña sala de descanso.

—¿Qué? —pregunto mientras se cambiaba de ropa.

—Uhm... Respecto al favor que le pedí... ¿Cómo va eso? —preguntó.

—¿Favor? —repitió.

—Ya sabe... El muñeco de mi abuelo —le recordó.

—Ah... La muñeca —pronunció tomando su mochila—. No he logrado mucho realmente, cómo te dije antes, hay demasiadas muñecas con esa descripción.

—Es un muñeco de porcelana, recuérdalo Hyung —insistió comenzando a cambiarse de ropa al contemplar la hora.

No podía llegar tarde a su casa sin avisar nuevamente.

—Aunque encuentre a un muñeco, puede que no sea el que tú me pides —indicó.

—Lo sabrá viendo sus ojos Yoongi hyung, te perderás en ese hermoso azul cielo que puede ver a través de tu alma —comentó recordando el momento en que se encontró con Taehyung—. Viendo sus ojos lo sabrás —sonrió suave.

Yoongi se quedó unos minutos en silencio, pensando en las palabras del menor.

—¿Acaso tienen algo en especiales esas muñecas que tanto las quieres? —indagó tal vez algo curioso.

—Lo son, y lo sabrás con tan solo una mirada —insistió tomando su mochila—. Cuando la tengas contigo, cuídala como si fuera un niño pequeño hasta que me la entregues Hyung, por favor —pidió.

Extrañado, el pelimenta asintió y finalmente se retiró de su trabajo para llegar a su pequeño y solitario departamento.

Saliendo de la pequeña sala, Jungkook fue abordado por un sonriente SeokJin.

—Mira lo que te tengo —pronunció alzando su mano, la cual contenía una bolsa—. Pasé a tu restaurante favorito y compré algo de sushi, ¿por qué no te quedas un poco más?

—Oh hyung... Gracias, pero tengo que llegar a casa —se excusó.

—Vamos Jungkookie, estarás solo en casa y ayer la pasamos bien hablando —le recordó.

—Gracias hyung, en serio pero... Taehyung me espera en casa —respondió—. No quiero hacerle esperar como ayer... No quiero que se enoje conmigo —susurró lo último, haciendo una mueca al recordar cómo le había tratado su muñeco.

—Uhm... ¿Acaso ustedes dos viven juntos?

—Sí —respondió sin pensarlo.

—¿Qué? Pero si recién lo estás conociendo Jungkook, no pueden vivir juntos aún —chillo preocupado y solo entonces, el menor entendió que no debió de haber dicho aquello.

Para sus amigos, recién había conocido a Taehyung hace un par de semanas a lo mucho y tampoco es como si entendieran la conexión entre los dos, realmente.

Zero O'ClockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora