Capítulo 1

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El sonido de gotas de agua era audible en aquel almacén que parecía estar abandonado que solo estaba envuelto en la oscuridad de la noche. Una noche en la que no había rastros de estrellas y las nubes ocultaban la luna, aquel almacén parecía desolado, sin embargo, un enorme monstruo entraba al almacén pareciendo buscar refugio.

Aquel monstruo mostraba facciones femeninas como el rostro o los pechos al descubierto y sería una mujer común y corriente sino se tomará en cuenta que en lugar de piernas mostraba patas y cola de una araña además de poseer cuatro pares de ojos, la tonalidad de su piel estaba entre marrón y oscura mientras que parecía medir alrededor de tres metros de altura.

—Maldita sea —maldijo con una voz asustada mirando a todos lados.

El miedo era visible en el rostro arácnido de aquella mujer.

—¿Necesitas ayuda?

Un escalofrío recorrió la espalda de la mujer arácnida al escuchar aquella tranquila voz e inmediatamente comenzó a mover sus ojos por todos lados buscando al dueño de esa voz, pero un dolor en sus patas la invadió.

—¡Hiii! —. La mujer soltó un potente chillido que podría haber destrozado ventanas si es que las hubiera.

El cuerpo de la mujer cayó al suelo y al mirar hacia abajo se dio cuenta de que todas sus patas le habían sido cortadas y ahora se retorcían en el suelo lejos de donde estaban originalmente.

—Tienes una voz potente —habló nuevamente aquella voz—. ¿Nunca pensaste en ser cantante o algo por el estilo?

—Me las pagarás.

—No prometas algo que no cumplirás.

La voz se acercó más a la mujer permitiendo ver que se trataba de un joven que parecía estar en los veinte con cabello blanco de estilo salvaje y un par de ojos azules que se mantenían tranquilos. Aquel joven peliblanco llevaba puesta una chaqueta de color negra sobre una camisa de color rojo oscuro además de unos pantalones negros y unas botas de combate estilo militar.

El peliblanco se acercó a la mujer arácnida sin el más mínimo temor, en su mano derecha llevaba un arma que se podía identificar como una katana con la hoja plateada y el mango de color oscuro, sin embargo, en su mano izquierda llevaba la vaina de color rojiza con detalles dorados.

—¿En verdad no necesitas ayuda? —preguntó el peliblanco con tranquilidad. El miedo en la mujer creció olvidándose de la anterior amenaza que había hecho.

—E-Espera —comenzó—. Podemos llegar a un acuerdo.

—¿Acuerdo?

—Sí —asintió—. Tú me dejas vivir y yo hago todo lo que tú quieras, cariño~

La mujer habló con un tono sensual mientras lamía sus labios y pasaba sus manos por sus grandes pechos con la intención de atraer al peliblanco, en un bajo intento de sobrevivir.

—Tch —el peliblanco en cuestión de un segundo apareció detrás de la mujer con un rostro de asco—. Maldita sea, que asqueroso.

La mujer se quedó quieta por unos momentos, sin embargo, cuando el peliblanco enfundo su katana corte tras corte comenzó a aparecer en el cuerpo de la mujer hasta el punto de matarla desapareciendo en partículas rojizas sin dejar rastro alguno.

—Le pediré a Dante que no me dé más misiones de este tipo —el peliblanco sintió un escalofrío—. ¿Acaso tengo cara de que me gustan los monstruos sobre todo los que parecen arañas?

Devil May Cry - DxDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora