Capítulo 2

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—¡Muchas gracias por viajar con nosotros, que tengan un excelente día!

Hiro escucho a las azafatas mientras bajaba del avión bostezó un poco ya que había tenido un vuelo de doce horas y debido a dos pequeños niños detrás de su asiento llegaron a hacer que el vuelo se volviera un infierno.

—Es medio día —susurro Hiro mirando su reloj—. Deberé llamar a mi madre para decirle que he llegado a Japón.

Con eso en mente, Hiro colocó su bolso de viaje en su espalda mientras lo sujetaba con su mano derecha. En esos momentos, vestía unos pantalones negros junto a unas botas del mismo color llevando una chaqueta de color negra sobre una camisa blanca.

Él había decidido cargar con solo un bolso de viaje como equipaje pues quería viajar ligero además de que no quería esperar a que su equipaje llegara a la zona de recogida de equipaje ya que era algo tedioso y cabía la posibilidad de que su equipaje llegase en mal estado.

Hiro buscó el contacto de su madre en su teléfono y cuando lo encontró lo presiono para comenzar una llamada. Después de unos momentos dicha llamada fue recibida.

Hiro.

Pudo escuchar la voz de su madre.

—Madre, he llegado a Japón —respondió Hiro con tranquilidad caminando a la salida.

—Espera ahí —agregó su madre—. Iremos a recogerte.

—No te preocupes por eso —Hiro se detuvo justamente en la salida buscando un medio de transporte—. Necesito llegar antes a un lugar así que no tienen por qué venir a buscarme, ¿Podrías enviarme tu dirección? Solo sé que es en la ciudad de Kuoh, pero no sé nada más.

Hiro pudo escuchar un suspiro provenir de su madre.

—Está bien —respondió—. Te enviaré la dirección por mensaje, ¿Estarás aquí para comer?

—Eso planeo.

—Bien —pudo escuchar la emoción en la voz de su madre—. No tienes idea de cuanta ilusión me hace volver a verte, hijo.

Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Hiro, de hecho, él también estaba un poco emocionado de volver a ver a su madre después de años de no verla.

—Yo también, madre.

—Ya quiero que conozcas a unas personas.

—¿Personas? —el interés se pudo notar en la voz de Hiro.

—Te las presentaré una vez que llegues —respondió su madre con una pequeña risa—. No te tardes.

—De acuerdo, nos vemos.

—No vemos, hijo.

Hiro colgó la llamada y se subió a uno de los taxis que había en el lugar. Una vez acomodo su bolso de viaje a su lado y se puso cómodo miro al conductor por el retrovisor.

—A la ciudad de Kuoh.

—Entendido.


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—¡Issei date prisa, tu hermano no tarda en llegar!

Issei escucho la voz de su madre y chasqueo la lengua.

—No puedo creer que lo invitará.

—Issei-san —reprendió una voz femenina—. Es tu hermano, debes de llevarte bien con él.

Devil May Cry - DxDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora