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Capítulo dos. ' Adivina quién volvió '
2 MESES DESPUÉS
Debbie estaba embarazada. A la primera persona que se lo dijo fue a Ivy que quedó en silencio unos minutos antes de poder articular una respuesta, no entendía la ilusión de Debs, estaba feliz y sonaba orgullosa de su embarazo. Miller no era nadie para juzgar, solo podía recomendar un buen psicólogo. Fiona fue más severa, ahora estaba dispuesta a llevar a su hermana menor a la clínica pública para hacerle una prueba para confimar el resultado del test más barato de la farmacia.
06:45 de la mañana y los golpes en la puerta de la habitación de Debs eran martillos. Las chicas que compartían cama desde hace años se comenzaron a quejar al mismo tiempo saliendo bruscamente de su sueño profundo.
── En serio, dile que se calle── murmuró Ivy sin abrir los ojos, tapándose con la sábana el rostro.
── ¡Iremos hoy, Debs! Hay que asegurarse── dijo Fiona desde el otro lado apoyada en la entrada.
── ¡Sí!── contestó la pelirroja igual de alto.
── Puedes hablar normal── se molestó Miller, tampoco era secreto que madrugar no formaba parte de sus panoramas favoritos── Mejor, podrían no hablar hasta las siete de la mañana.
── Buenos días para ti igual, Ivory── saludó Fi sarcástica── Recuerda el trato, te puedes quedar en esta casa si llevas a Liam a la guardería.
Los pasos en el pasillo era señal que se había ido, fue Debbie la primera en levantarse pasando por arriba del cuerpo de su amiga que a esa hora no sabía hacer otra cosa que no fuera quejarse. El ruido comenzó a intensificarse para Ivy Miller que después de un minuto no aguantó seguir acostada en la cama, pateó el aire para desenrredarse como una niña pequeña furiosa, ese se podía considerar un despertar decente. Se sentó apoyando su espalda contra la pared, bostezó y se pasó las manos por su rostro tibio. Frente a un espejo, Debs se observaba de perfil con una sonrisa en sus labios, acariciaba su vientre con ternura agrandando su abdomen imaginando que era su panza de embarazada.
── ¿Qué haces?── preguntó Ivy con el ceño fruncido y la voz ronca.
── Si es niña se puede llamar Katherine, si es un varón, Ben── contestó la pelirroja viendo el reflejo de su amiga.
No llevaba diez minutos despierta y ya tenía que lidiar con una adolescente embarazada. Solo porque Fiona le cocinaba desayuno dormía donde los Gallagher un par de veces a la semana.
── Deberías ponerle Fiona en honor a tu hermana que no te volverá a hablar si no cuentas la verdad── se paró de golpe, mareándose al instante── Maldición.
