3-Verdad

5 1 0
                                    

HARPPER

21 de noviembre

A lo mejor me he excedido un poco al decir que no me importaba que me pasase después, pero en verdad quiero hacer algunas cosas y vengarme de algunas personas antes de morir, y seamos sinceros soy muy joven para morir, pero como muchos dicen solo vivimos una vez, y quién sería yo si cada vez que haya peligro de muerte, no estoy involucrada.

Por primera vez en tu vida, no crees que podrías pensar un poco.

y tú podrías darme opciones en vez de criticar todo lo que hago, estúpida conciencia. Perfecto ahora resulta que hablo conmigo misma, me estoy planteando si estaba metida en ese lugar por alguna razón, y no porque mis padres quisieran deshacerse de mí.

-Harpper,¿me estás prestando atención?-me pregunta Mikeh, parece estar un poco enfadado, supongo que no le gusta que la gente no escuche lo que dice.

-No, lo siento estaba pensando, ¿me puedes repetir lo que estabas diciendo?, por favor.-le digo, con educación, para que no se enfade más de lo que ya está, porque lo acabo de conocer, y no se donde está su límite de paciencia, y no parece de las personas que cuando se enfadan son amables.

-Te estaba diciendo, si de verdad estás preparada para saber la verdad.-dice Mikeh-Lo que te vamos a contar, te va ha cambiar la vida, aunque te vayas vas ha estar en constante peligro, por saber el secreto de todas las personas que viven aquí o se relacionan conmigo, por esa razón no puedes dudar nada.-termina de hablar, y me mira esperando una respuesta.

-No hace falta que la metas miedo-dice Paris,-es solo una chiquilla que lleva años privada de su libertad, y que acabamos de sacarla de un infierno. Si no estás segura no hace falta que respondas hoy, se lo duro que es llegar, y que ya te estén presionando para tomar decisiones, si lo prefieres puedes hoy descansar aquí, y mañana por la mañana nos dices si te quedas o te vas.-concluye Paris.

-No pasa nada, de verdad.-digo-Lo único que quiero es la verdad, llevo demasiado tiempo viviendo entre mentiras, me gustaría mucho que después de este tiempo alguien fuese sincero conmigo, por mínima cosa que sea.

-Si te digo la verdad, no creo que tenga que contarte toda la historia para decirte en lo que te estás metiendo.-me dice Mikeh-así que si no te importa te lo voy a decir sin rodeos.

-No me importa-digo.

-Pues ahora si me presento de verdad, hola soy Mickey, jefe de la mafia italiana.-dice de un tirón.

En este lugar me quieren ver la cara de imbécil, esperan que me crea que son de la mafia, y luego que combaten con dragones.

Empiezo a reírme, lo que hace que me miren desconcertados.

-Si, sobre todo eres el jefe de una mafia, y los unicornios existen-digo hiperventilando.

Los dos me miran esperando a que me calme, cuando siento que ya no puedo más, empiezo a dejar de reirme.

-¿Ya te has calmado?- me pregunta Paris, a lo que yo asiento.-Si no nos crees puedes irte, pero nos has pedido la verdad, y es lo que te hemos dado, que no nos creas, eso no nos incumbe.

Espera, ¿me están diciendo la verdad?, en serio son de la mafia italiana.

Ahora sí que nos han visto la cara de imbéciles, y todo porque no puedes confiar en alguien.

Necesitas que te recuerde lo que pasó la última vez que confiamos en alguien, a que no, pues entonces cállate, y deja de criticar todas las decisiones que tomo.

-¿Cómo esperáis que os crea?, llevo encerrada años en un sitio sin poder ver el mundo, y esperáis que confíe en vosotros, dos hombres que agradezco mucho que me hayan sacado de allí, pero que conozco apenas unos días.-digo.

-Puede que tengas algún porcentaje de razón con lo que dices Harpper, pero si te mentimos que sacamos, nos has pedido ser sinceros y lo hemos sido, solo tienes que depositar un poco de confianza en nosotros, te demostraremos lo hermoso que es este lugar al que puedes pertenecer, si tú quieres.-me dice Paris, con un tono que me relaja.

Si les digo que necesito pensarlo, a lo mejor me darían una habitación, y así podría decidir qué hacer con mi vida, y si ahora se el secreto, puede significar que no me vayan a dejar ir, después de todo nunca podré ser libre.

-No puedo daros una respuesta ahora, necesito asimilar todo, en este día me han pasado muchas cosas, y no quiero arrepentirme de la decisión que vaya a tomar, si no os importa, me podríais dejar dormir aquí esta noche, y mañana espero poder daros una respuesta.-les digo.

-Claro que no nos importa que te quedes, de hecho es lo más lógico.-dice MIkeh-De hecho somos nosotros los que te hemos dejado sin techo, además ya teníamos un lugar preparado para ti linda.

Me lo estoy imaginando o me acaba de llamar linda un señor que apenas conozco.

-En serio, pues gracias por lo de la habitación, pero si haces el favor de no volver a llamarme linda te lo agradecería, porque me da un poco de asco.-digo en respuesta.

Cuando termino de hablar se escucha una risa de parte de Paris, que intenta esconder tosiendo, pero no lo consigue, haciendo que Mikeh y yo nos giremos a verle.

-Nada, nada, es solo que eso de linda si que da un poco de asco,-dice-y me ha hecho gracia que no se calle y te lo diga.

Me gusta que esté de acuerdo conmigo, pero si es su jefe como se atreve a contestarle de esas manera. Bueno, seguramente nunca lo entendería.

-Si no os molesta, alguien me podría enseñar donde está el cuarto en el que me voy a quedar, por favor.-digo.

-Es verdad, ya se me olvidaba, sígueme Harper.-me dice Paris.

Tiene pinta de ser una buena persona, pero se me hace un poco raro que en todo el tiempo que hemos estado hablando, no se haya quitado las gafas de sol, seguramente sea solo para hacerse el interesante, aunque también puede ser ciego,¿y si se lo pregunto?.

Ni se te ocurra, a ver si nos van a echar sin siquiera haber comido un poco.

Vaaaaale, pero sabes que tú también tienes curiosidad sobre lo que le pasa para llevar esas gafas de sol, pero si no quieres que pregunte, pues te fastidias porque habrá alguna razón por la cuál tú solo eres una voz en la cabeza.

-Paris,-le llamo, y él me mira-¿te puedo hacer una pregunta?-digo, a lo que me responde con un sí,-¿Por qué llevas las gafas de sol dentro de la casa?-termino, con un poco de nerviosismo ya que no quiero que se enfade por preguntarle sobre una cosa que se puede considerar privada.

-Te dije que me podías hacer la pregunta, no que fuese a contestarte-me dice-si lo quieres saber, demuéstrame que eres de confianza, y yo te contaré un secreto que pocos conocen.-acaba justamente cuando hemos llegado a una puerta blanca lisa-Está va a ser la habitación donde vas a dormir, el tiempo que te quedes-dice eso último, y se da la vuelta regresando por donde hemos venido.

Ha pasado una hora, desde que Paris me dejó en esta habitación, y no he conseguido pegar ojo, no puedo parar de pensar en lo que voy a hacer mañana, y lo que más me preocupa porque estoy aquí. Y entre preocupaciones conseguí dormirme.

Entre una bala y túWhere stories live. Discover now