6-Alteza Real

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Capítulo 6

MAE

26 de noviembre

Ten y yo, nos dirigimos a la sala donde se celebrará una especie de iniciación, para Harpper. Como suele pasar llegamos tarde, porque como no, Ten llego tarde a buscarme, y pensareis haber ido tú solo, pero no era una opción estando encerrado con llave, en mi propia habitación, sigo sin creerme lo sumiso que puede llegar a ser mi hermano, si el que da las órdenes es Paris.

Si soy sincero, me estoy muriendo por dentro, desde cuando la idea de raptar a alguien de un psiquiátrico es buena, y mi querido cuñado está de acuerdo con ello, y no me dice que la idea es pésima, hubiese preferido seguir siendo la persona que era antes de su llegada, una persona sin sentimientos, pero resulta que ahora soy un manojo de nervios, en estos instantes estaría tirándome de los pelos si no hubiese nadie delante, pero hay que seguir siendo la persona que no tiene sentimientos.

Eso, al menos, guarda un poco de dignidad.

Ahora mismo no es el mejor momento para decir esas cosas, no crees vocecilla inútil que está en mi cabeza.

Todavía estoy a tiempo de ir de vuelta a mi habitación, y no conocerla hoy, pero es que me muero de ganas de verla, porque lo de hablar con ella se me dificultará un poco, pero eso es un problema para mi yo del futuro, ahora me conformo con mirarla, y averiguar por qué tengo estos sentimientos tan extraños hacia ella, sin haberla conocido.

Sabes, que si la gente escuchara tus pensamientos sin contexto, no dudarían en decirte pervertido.

Me he entretenido por lo que no me he dado cuenta de que ya habíamos llegado, y Ten me está mirando de una manera especialmente extraña si tenemos en cuenta que todo en él es raro, pero me da igual, es una de las mejores personas que conozco, si quitamos que habla solo la mayor parte de día, pero, eso son datos a parte.

-¿Qué pasa?-me pregunta.

-Nada, solo estaba pensando.

-Pues eso si que es un descubrimiento, mi amigo estaba pensando por primera vez en su vida.

Se me olvidaba mencionar el humor de mierda que tiene.

-Jajaja, que gracia haces, pero que no se te olvide que soy un maestro de lucha, y no se me haría difícil machacarte.

-Para el carro amigo, que yo te hago daño más rápido, simplemente he de lanzarte un cuchillo, y ya está, trabajo completo.

Mientras discutíamos no nos dimos cuenta de que alguien se había acercado a nosotros hasta que la oímos carraspear detrás mío. Al oír el sonido decido darme la vuelta para decir unas cuantas cosas a la persona que nos ha interrumpido, pero como no, mi mala suerte aparece, y la persona que me ha oído discutir como un niño pequeño debía ser ella, justamente ella.

-Hola-saludó-siento molestaros pero he de pasar, y están impidiendo el paso, y me parece que ya llego tarde.

Que guapa iba, llevaba un vestido negro de tul, pero no era tan excesivo como suelen ser esos vestidos de tul, y la parte de arriva era transparente, pero en las zonas correctas, sin ser demasiado revelador, le daba un aire de princesa que si te acercas a ella tee rompe un hueso, y no sabeis lo que me gutaa eso, que se vea como una mujer fuetee e independiente que se puede proteger a ella misma sin que nadie la ayude, una mujer que no necesita a un hombre.

-Ahh, hola, soy Mae-le dije.-un gusto conocerte. Si no le importa,me podría decir su nombre bella señorita.

-Me llamo Harpper, y te lo pido por favor, no me llames bella señorita, porque me dan ganas de vomitar, y si quieres un consejo, hay mejores formas de ligar.

Terminó de hablar y se oyó una risita por atrás como no, tenía que ser de Kaleb, que no sé en qué momento apareció a la espalda de Harpper.

-Qué pasa Kalebsito no entiendo por qué te ríes, siempre es un placer recibir un consejo de una mujer, así ya sabes lo que no le gusta para la próxima vez que os veais.

Por favor,conciencia no me digas que eso lo he dicho yo.

Me temo que sí, así que si haces el favor de callarte, y de ese modo no empeora la situación, te lo agradecería.

-Bueno, ya que estamos todos aquí, por cierto, me llamo Ten y antes de que preguntes si como el número, algún día si quieres te contaré la historia, y será un placer conocerte Harpper.

Dicho eso se giró hacia la puerta y la abrió, y como el pobrecillo no posee las neuronas necesarias hizo lo mismo que todos los días abrir la puerta y en el momento en el que yo pase hacer una reverencia, y pensareis los tiene sometidos, pues no, pero no es mala idea, para la próxima,la verdad es que esa coña empezó en el instante en el que descubrieron que soy hermano de Mikeh.

-Pase, su alteza real.-dijo Kaleb.

-Que graciosos sois, me patoto con vosotros, pero ya os he dicho que dejéis de llamarme si, de todas formas no poseo sangre real.

-Venga ya, has de admitir que si que te diviertes con nosotros-saló ahora Ten.

-Si me disculpáis, querría pasar, no es que vuestra compañía me desagrade, pero querría buscar a dos personas-dijo Harpper, recordándonos su presencia.

Mierda, porque siempre ignoró su presencia y me muestro como soy con mis amigos, no debería de estar sonrojado y esquivando su mirada. Otro misterio que hay que resolver.

-Tranquila tu pasa e ignora a estos idiomas-dijo Kaleb.

Literalmente, hizo lo que Kaleb le había dicho al pie de la letra, básicamente miró hacia delante y nos ignoró completamente mientras pasaba por delante nuestro.

Entre una bala y túWhere stories live. Discover now