Cartas para un ser humano

Carta 6

 Querido ser humano:

 Esta vez el motivo no es ninguna fecha en concreto, tampoco algo interesante que me haya pasado, ni una quedada entre amigos. Esta vez el motivo por el que escribo es para despedirme definitivamente de ti.

 Tras tres meses intentando que volvieras, he comprendido que es inútil luchar cuando sabes que eso nunca va a pasar. ¿Para qué seguir luchando si tú ya te fuiste? ¿Para qué seguir pensando en cosas que nunca pasarán? ¿Para qué reír por algo cuando en realidad lo único que quiero es llorar? Y por eso he llegado a la conclusión de porque seguir aquí, si ya no tengo nada que hacer. Lo único que me detenía a permanecer aquí eras tú, pero ahora ya no tengo nada que me haga quedarme. Así que haré igual que tú, me iré, aunque lo mío esté planeado y lo tuyo fuera inesperado. Pueda que vaya al mismo sitio que tú, o puede que no. O quizás te vea, pero ya no te reconozca.

 Sé, que haciendo esto, lo único que haré será crear más dolor en aquellas personas cercanas que antes sufrieron por ti, y que ahora lo harán por mí, pero yo ya no puedo vivir más en este lugar. Quiero alejarme de todo, de todo lo que me hace llorar cada noche, de todo lo que no me hace feliz.

 También sé, que ahora es un poco tarde para tomar una decisión, hace ya tres meses que no estás aquí, y podía haberlo hecho a los tres días. Podía haber ido a buscarte, pero cuando pensaba eso, pensaba en mi familia, en mis amigos y en lo que eso supondría para ellos. Ahora, también lo sigo pensando, pero creo, que sin mí, podrán quitarse un peso de encima. En estos noventa y dos días, lo único que he hecho ha sido preocuparlos más de lo que ya estaban y bajarles el ánimo, cuando sus intenciones eran las de ayudarme.

 Así, que yo ya he recogido todas mis cosas, y tras acabar de escribirte, me iré para nunca volver.

 Pero para terminar, quiero decirte una cosa. Estés donde estés, o esté donde esté, yo nunca dejaré de amarte. Lo que hubo entre nosotros fue algo que no se olvida ni en un día, ni en tres meses ni en diez años. Ese recuerdo estará siempre en mi corazón vaya a donde vaya.

 Atentamente: el ser humano que te amará siempre.