Cuando tenía 12 años, en primero de secundaria, había un chico en mi salón, su
nombre era Jesús, un día en clase de matemáticas, teníamos que hacer parejas
para trabajar unos problemas, yo no le hablaba a la mayoría de los de mi salón,
ese día mi amiga no había ido a la escuela, hice pareja con Jesús, quedamos de ir
a su casa a planear como resolver lo del trabajo. Al llegar a su casa, su familia me
recibió muy bien, muy amables me invitaron a quedarme a comer; terminamos el
trabajo ya un poco tarde, por donde vivía asaltaban mucho, así que decidí
quedarme en casa de Jesús, me sentí muy incómodo, no lo conocía, pero su
familia no me dejo ir tan noche a mi casa, le hable a mis padres, dijeron que
estaba bien, al día siguiente por la mañana le agradecí a él y a su familia por el
hospedaje y me fui a mi casa.Cuando llegue a casa, no estaban mis padres, solo mi hermano menor, me
dijo que habían ido a comprar unas cosas al centro, desayunamos, me duche,
lleve a mi hermano a la escuela y de ahí me fui a la secundaria, cuando iba
entrando, detrás mío venia Jesús, me hablo y yo voltee, nos saludamos,
terminamos de aclarar unas cosas del trabajo. La primera materia que teníamos
era geografía, decidimos sentarnos juntos, mi amiga se sorprendió de que él se
juntara con nosotros, pero después le dio igual.Nos hicimos muy buenos amigos, se convirtió en mi mejor amigo; mi amiga
se cambió de escuela cuando pasamos a tercero, solo quedamos él y yo, pero
empecé a hacerme a la idea de que no iba a funcionar lo de ser amigos por mucho
tiempo, me empecé a enamorar de él, yo me sentía raro, sabía que no era normal
sentir algo por otro hombre, mis padres siempre me decían que la homosexualidad
estaba mal, tuve el valor de decirles a mis padres lo que sentía, se molestaron un
poco, pero después me dijeron que se sentían bien porque confié en ellos, por
unos meses me llevaron a terapias para quitarme la "homosexualidad".Un día Jesús me preguntó "¿Por qué te ves tan raro?" yo le conteste que
estaba loco, no me creyó y me dijo que sabía que estaba pasando conmigo,
llevaba rato siguiéndome, no tuve de otra que confesarle toda la verdad, pensé
que lo tomaría a mal, pero no fue así, paso lo que menos me había esperado, me
había correspondido, no entendía que pasaba, pero acepte el camino, no le
contamos a nadie de lo nuestro, a la vista de sus padres y de los míos, éramos
mejores amigos.Empecé a revelarme con mis padres, dejé de ir a las terapias, peleaba con
mi padre alcohólico todas las noches, yo lloraba después de cada pelea. Nunca
me atreví a decirles lo de Jesús, ni a mi hermano, pero yo sabía que él ya
sospechaba algo, pero nunca se acercó a mí a confirmarlo.Cuando cumplí cuatro meses con Jesús, quería hacerle algo especial, así
que había juntado para rentar una habitación de hotel, compré rosas, una botella
de champagne, ese día sería la primera vez de ambos, nunca habíamos tenido
relaciones, sería el regalo perfecto para los dos. Saliendo de la escuela lo llevaría
allá, él no sospechaba nada; llegamos, me preguntó "¿Por qué estamos en un
hotel?" le dije que sería nuestro momento, que se dejara llevar; entramos a la
habitación, la cama estaba llena de pétalos de rosas, una botella en un buró,
chocolates y velas, todo estaba listo, se puso muy feliz, nos comenzamos a besar
y a quietar prenda por prenda hasta quedar completamente desnudos, hicimos el
amor.Ya era final de curso, estábamos a punto de entrar a la preparatoria, sabía
que queríamos escuelas diferentes, pero eso no sería excusa para separarnos,
hicimos la promesa de estar siempre juntos. El último día de escuela fuimos con
sus padres y se confesó todo, lo tomaron bien, lo único que no les gusto es que no
les tuvo la suficiente confianza para decírselo antes, ahora solo quedaba decírselo
a mis padres, pero nunca me atreví.Mis padres decidieron no apoyarme en la preparatoria, todo por no ser
como ellos querían, así que tuve que buscar trabajo y así comencé la vida laboral
a los 15 años. Mis padres siempre quisieron que me casara en una playa, que les
diera nietos, lamento que no fuera así.Un día mi hermano a los 16 años me dijo que él quería adoptar cuando
fuera mayor, desde ese momento supe que él era diferente, siempre lo apoyé en
toda decisión que tomara, era su único apoyo en la casa; yo le dije que el sería el
hombre más feliz del mundo, y que sus sueños se harían realidad, él siempre seria
lo que él quisiera ser, me dijo que tomaría mi consejo.Le conté a mi novio lo que me había dicho mi hermano, me dijo que era
momento de contarle a él lo que teníamos, yo le dije que ya sabía y que él me
quiere tal y como soy. Durante las siguientes semanas pasaba la mayoría de las
noches pensando en cómo decirle a mis padres que tengo novio y que él es el
amor de mi vida.Hoy es 08 de octubre del 2020, y mañana le voy a contar a mis padres mi
realidad con mi "mejor amigo", sí mi hermano encuentra la carta debajo de mi
almohada, es porque mañana será el día que todo cambio para él y para mis
padres.
ESTÁS LEYENDO
El día que todo cambió
Teen FictionOcho capítulos, siete vidas diferentes, pero se conectan entre sí, en algún momento de la vida. Conoce la historia de Santiago y de las personas a su alrededor.