Capítulo III: Me Llamo Asher Y Soy Heterosexual

10 0 0
                                    

No recuerdo el día cuando me adoptaron, es claro porque era un recién nacido,


pero mis papás me han contado esa historia por mucho tiempo, hasta que me


aburrí de escucharla. Recuerdo que mi papá me contaba una anécdota muy


bonita, él me contaba una conversación que tuvo con su hermano mayor cuando


tenía 16 años, donde decía que quería darle una familia a quien no la tuviera, y


cuando él y mi otro papá tomaron la decisión de adoptar, se puso feliz porque


cumpliría su prometido, y así fue como me adoptaron a mí y a mi hermana.

Cuando iba en la primaria, los niños de mi salón no se querían juntar ni


conmigo ni con mi hermana, porque nuestros padres eran dos hombres, me


hacían mucho bullying por tener una hermana que le gustaban los juegos de


niños, nunca les hice caso, yo siempre estaba con mi hermana, solo éramos ella y


yo. Cuando pasamos a sexto de primaria, entró un niño nuevo, él fue el primero en


hablarnos, nosotros le dijimos que no lo hiciera, preguntó "¿Por qué?", le conté lo


que pasaba, él dijo "yo no soy quien para juzgar, y si por juntarme con ustedes me


quedare sin amigos en este salón, pues prefiero eso", me sorprendió mucho lo que


dijo.

Hubo un tiempo en el que para poder encajar con los demás, iba a dejar a


mi hermana a un lado, y a comportarme de una manera diferente, pensaba en


fingir que odiaba a mi familia, todo para tener amigos nuevos, hasta que llegó


Carlos, el chico nuevo, y me hizo reflexionar y cambiar de decisión; nos hicimos


muy buenos amigos, ya no solo éramos mi hermana y yo, ahora éramos Carlos,


Malika y Asher, los tres amigos inseparables por ese último año de escuela, no me


quería ir, sabía que al salir de la primaria, no volveríamos a ver a Carlos.

Llegó el último día de escuela, era tiempo de despedirnos de Carlos, mis


papás nos harían una comida en casa, así que invite a Carlos y a sus padres a


acompañarnos, acepto y fuimos a mi casa, comimos hamburguesas y jugamos


todo el día, si ya no lo iba volver a ver, al menos tenía que ser el último mejor día


juntos los tres, más tarde se tuvo que ir, no supe nada de él durante un mes.

Ya tocaba entrar a la secundaria, escuela nueva, compañeros nuevos,


profesores nuevos, esta vez mi hermana y yo nos tocó en diferentes salones,


durante los primeros meses nadie supo que éramos hermanos, ni que a ella le


gustaban las mujeres ni que teníamos padres homosexuales, el día que se


enteraron pensé que se alejarían de nosotros, pero me había equivocado, no


dijeron nada, bueno, la mayoría, lo tomaron normal, continuamos como si nada.

A los 15 años tuve mi primer novia, no duramos mucho, como cinco meses,

El día que todo cambió Donde viven las historias. Descúbrelo ahora