¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
TylerZukerman01 presenta
Divina Excentricidad Única temporada
Capítulo - 03Mirada afilada
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El frío viento de la noche movía débilmente de un lado a otro los cabellos dorados de Tegan. De igual forma, las hojas iban de allá para acá en una sinfonía al azar que estimulaba de forma tranquilizante su mente. La brisa del aire ante la cercanía del mar le causaba gratificación al respirarlo, pues el aire sano, puro, ante el incremento industrial de su realidad se desvanecía con el tiempo. Tegan respiró a profundidad varias veces hasta que comenzó a sentir un leve mareo que incluso su vista se hizo borrosa por unos cuantos segundos. Fue entonces que su iris se encogió ante la sensación de tensión que le avisaba de estar alerta. Con el palpitar de su corazón incrementando movió sus ojos en sus mismas cuencas tratando de ver algo que resaltará a su alrededor de manera sospechosa, pues en alguna parte, no muy lejos de su ubicación, sentía una rara sensación dirigida a su persona.
-¿Qué te parece si volvemos? -Tan solo por pura cordialidad había preguntado, pues aún ante una respuesta negativa ella se iría, ya que no le gustaba estar sin resguardo muy de noche-. El sol se está ocultando, no creo que le guste a tu padre que regreses sin la luz del día, puede haber peligro.- Llevó su mano al hombro derecho de Martín con un semblante imperturbable. El viento chocando con su cuello junto con el ruido de la naturaleza cesó abruptamente erizando los vellos de sus brazos, un cosquilleo en su estómago que bajo de forma palpitante a su entrepierna le sacó una sonrisa de lado. Algo acechando su integridad incrementaba de forma desorbitante su entusiasmo y exitaba sus emociones cual volcán a punto de erupcionar. El ardor en su rostro le hizo entrecerrar los ojos saboreando cada segundo, cada oleada de placer, cada corriente eléctrica abarcando su columna hasta finalizar con un cosquilleo en su nuca.
-Bueno, sin mencionar al gigante durmiendo está no es una zona reconocida por ser peligrosa. Pero sí, ya es tarde. ¿Podrías ayudarme a bajar? Nunca había subido tan alto.- Miró la distancia entre ellos y el suelo sintiéndose temeroso y despertando una sensación de vértigo, pues estaban aproximadamente a unos 11 metros del suelo, y ni siquiera había pasto que amortiguara su caída.
