UNA MUERTE, UN NACIMIENTO

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Estará más seguro contigo...será lo mejor-dijo casi en susurro

Después de un tiempo, un dia normal y corriente cuando la hermosa mujer Jelena paseaba tranquilamente mientras se sumergía en sus pensamientos, pensando en sus problemas, en sus dudas, sus sentimientos, pensando en qué debería hacer en ese momento, en que podría hacer con la criatura que crecía en su interior. Éstas y más dudas se esfumaron cuando de repente sintió un enorme dolor en su vientre y supo que era la hora...

Mientras la pobre chica agonizaba de dolor en el suelo esperando que la muerte la cogiera a ella y a su hijo, en ese momento la mujer solo quería verle a él y ahí estaba... esos hermosos ojos azules como el mar y el mismísimo cielo, ese pelo oscuro como la noche y del profundo bosque y esa hermosa sonrisa tallada en su delicado y pálido rostro.

Isaac la llevó enseguida a su cabaña para poder tratarla. Una vez en el lugar la mujer que vivía con el joven era una matrona que se dedicaba a ayudar a las mujeres de la aldea a parir a sus hijos. En ese momento el joven dejó a la chica en una cama para que pudiera dar a luz a su bebe. La matrona le ordenó al muchacho que se quedara afuera de la casa, pero el joven estresado y asustado quiso estar al lado de su pareja para poder ayudarla y apoyarla. Pasaron una hora de gritos y dolor y al fin se escucharon unos llantos de un bebe que lloraba a pulmón. Era una hermosa niña de piel pálida, con unos adorables mofletes y unos hermosos ojos azules. En general la niña salió más a su progenitor que a su progenitora, los padres sin duda estaban muy felices sobre todo el joven que cargaba felizmente a su hermosa criatura que yacía profundamente dormida mientras la madre se recuperaba del esfuerzo que hizo para traer al mundo a su pequeña, pero el esfuerzo que hizo valió la pena. Los padres llamaron a la niña Elisabeth Cathwulf que significa "una mujer pura como un lobo".Isaac estaba muy entretenido cargando a su pequeña hija,estaba muy feliz,maravillado ante la presencia de aquel nuevo ser,pero esa felicidad se esfumó cuando escucho a la matrona gritando el nombre de la mujer que amaba.Al darse cuenta la mujer no respiraba,no sacaba ningún ruido de sus labios,su piel ahora era pálida y sus hermosos ojos se cerraron.Jelena había muerto,al parecer tuvo una infección grave y murió.El muchacho desesperado gritaba el nombre de la mujer.

-Jelena...JELENA!,JELENAAA!!

Los gritos no sirvieron de nada,su alma se había ido,y él lo sabía,lo sabía perfectamente ,pero no supo afrontarlo,no quería ver la realidad,y la realidad era que ella se había ido para siempre.

Isaac solo pudo llorar,llorar a pulmón,llorar con el corazón,llorar con el bosque,llorar con los animales,llorar con el cielo,llorar con el mar,y sobretodo llorar con sigo mismo.Después de algunos minutos el joven se tranquilizó,no podía llorar toda la eternidad,tenía que cuidar a su hija,a su criatura,a su princesa,su futura sucesora,su futura alpha.

Varios minutos después la puerta de la casa sonó con gran fuerza,como si un monstruoso ser quisiera entrar al lugar.Los golpes eran muy fuertes parecían que el ser que quería entrar estaba furioso.Pero al final no era un monstruo ni otra cosa demoníaca,era un solo humano,un humano furioso que solo quería recuperar a la mujer.El humano que entró al lugar no era ni nada menos que el cazador del pueblo Daniel wachsone.

-¿Donde...donde esta mi esposa?-esa era la pregunta que repetia y repetia a cada momento.Ya cuando nadie sacaba ninguna respuesta de sus bocas el hombre se enfureció y empezó a gritar con furia.

-!!¿DONDE ESTÁ JELENA?!!

Cuando dejó de gritar, cuando se fijó en la cama, y al ver la se asustó.Fue corriendo hacia ella, estuvo llorando, lloraba en gritos, con furia, con tristeza.El cazador sabía perfectamente que estaba muerta y la dejo ir.Pero cuando miró a Isaac con el bebe en sus manos supo que había pasado, el lo sabia, el sabia que Jelena le estaba engañando con Isaac, el hombre lobo.Y como resultado de esa relación surgió esa pequeña criatura que fué la causa de la muerte de su esposa.El cazador no soporto mas y fue directo con una hacha hacia Isaac.El muchacho al ver al cazador dirigiéndose hacia él con un hacha, rápidamente Isaac le dió al bebe a la matrona y el joven salió afuera para poder enfrentarse correctamente.El cazador no tuvo más remedió que seguirle, y empezó un terrible enfrentamiento.El cazador tenía ventajas ya que tenía un arma en sus mano y tenía la esperanza de poder darle.Isaac al no tener armas no tenía fácil pero pudo esquivar algunos ataques provocados por el cazador.A medida que luchaban, Isaac se quedaba sin opciones de poder vencerlo así que por fin dejó salir a sus garras, esas garras que representaban su ser, su alma, a su familia, a su legado, al lobo que llevaba dentro, a su Alpha.

El cazador al ver las garras del hombre empezó a asustarse, ya que nunca había visto nada igual.¿Un hombre con unas garras afiladas? eso es lo que se preguntaba a sí mismo, pero dejó todo a un lado al ver a Isaac acercándose cada vez más rápido.Isaac logró hacerle una gran herida al cazador, pero no era una herida profunda, él no mataría a nadie ni incluso a un hombre como él , esa herida solo le advertirá de que no se acercara por aquí.

El cazador estaba en el suelo dolorido, sangrando mientras que gemía de dolor.El estaba furioso, frustrado por no haber derrotado al hombre medio lobo, solo pudo levantarse y empezar a caminar.

-Maldito lobo...-dijo el cazador casi en un susurro que lo acompañaba con un gran odio.Isaac al ver que marchaba decidió advertirle de algo.

-No vuelvas a acercarte a este bosque o a esta casa...si no...te mataré.

El muchacho al decir esas palabras le dió la espalda al cazador para ya irse a su casa donde estaba su pequeña esperándola.Él todavía tenía a alguien en su vida,alguien que le importaba,una persona a la que tendría que proteger cueste lo que cueste.

Pero todo esto se marchó porque el muchacho sintió algo atravesándolo en el cuerpo.Era una navaja que sostenía el cazador,si, al final el cazador dió el paso...el paso para matarlo.

Isaac por otro lado estaba sorprendido, había bajado la guardia y él lo sabía, solo pudo sonreír y admitirlo, pero algo dentro de él se sentía triste, porque sabía que había llegado su momento.

En ese momento, él con lágrimas y una gentil sonrisa solo pudo decir.........

Perdoname Elisabeth ....te quiero.

LA PRIMOGÉNITA DEL LOBO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora