Nunca pensé que iba a llegar a ver algo de luz después de toda la oscuridad en la que me sumí completamente.
Nunca pensé que iba a resurgir de mis cenizas cual ave fénix, ni que iba a dejar de sufrir.
Nunca me hubiese imaginado que iba a descansar un rato del martirio o de la culpa, ni siquiera tenía pensado rendirme ante los pies de alguien nuevamente, pero llegaste tú y cambiaste todo mi dolor y todas mis angustias, por alegrías y felicidad.
Nunca pensé que alguien me iba a hacer tan feliz, no después del sufrimiento que me calcomía todos los días. No después de pasar casi todas las noches llorando, sola, vacía, sin motivos por el que seguir adelante, sin motivos por el cual seguir de pie, sin ganas ni de levantarme de la cama.
Pero llegaste tú, y arreglaste lo que tú no rompiste jamás.
Llegaste tú y cambiaste toda mi perspectiva, todo por lo que había renunciado y todo cambió (como la canción de Nikone).
Llegaste tú y me dejé llevar totalmente, como si toda mi vida hubiese estado corriendo en círculos, y conseguiste lo que nadie había conseguido desde hacía un largo tiempo: Que abriese los ojos, que mirase hacia delante y que siguiera viviendo.
Me salvaste de mi más jodido enemigo: mi cabeza, mis pensamientos intrusivos, mis pocas ganas de querer seguir adelante. Y no sabes lo profundamente agradecida que estoy de que hayas sido tú quien haya aparecido para poner toda mi cabeza y mis planes, patas arriba (para bien, por supuesto).
Ojalá haya marcado yo la misma diferencia en tu vida.
Gracias por ser tan increíble y por hacer querer ser mejor persona, por hacerme tan feliz y por hacerme reír siempre, por saber siempre lo que decir y por limpiarme las lágrimas y levantarme cuando me caigo. Gracias por meterte en mi vida y darme la fuerza que necesitaba para poder decir adiós al capítulo que más me ha martirizado estos años, y aunque a veces, me siga comiendo un poco la culpa, tú me haces querer olvidar y seguir andando hacia adelante, ya no en círculos, ya no comiéndome tanto la cabeza por él.
Tú me haces ver colores, y querer un futuro contigo. Gracias por ser lo mejor que me ha pasado, gracias por ser la luz al final del túnel, o, mejor dicho: Gracias por ser mi luz al final del túnel.
