Al menos hoy

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Estuve trabajando durante una larga temporada en la panadería y literalmente acabé metiéndome hasta la cocina, en mis descansos la encargada de hacer el pan me enseñó todo el proceso y hasta me compartía los que llegaban a salir defectuosos o que se quemaran ligeramente, por suerte no perdí la línea porque me mantenía bastante activo.

Me quede hasta poco antes de febrero cuando encontré algo más, ya tenía claro lo que deseaba hacer y eso parecía que me había abierto las puertas porque encontré empleo en menos de la mitad del tiempo que me tardé con anterioridad.

Esta vez me incliné más hacia la parte de la moda, había conseguido trabajo en una boutique donde mi trabajo era mantener y diseñar la decoración de los escaparates y los outfits de temporada de los maniquís, el sueldo era bueno y me entretenía bastante.

Mi objetivo en este año era ser lo más independiente posible sobre todo en la parte económica, porque no podía seguir cargándoles esa responsabilidad a mis hermanos, además Leo parecía que pronto se mudaría definitivamente con Joaquín por lo que no podía dejar que Gus se hiciera cargo de todos los gastos.

En general, tal como mi hermana me deseo estaba siendo un buen año, mejor que los anteriores, en definitiva. Hasta en la parte familiar, quizás aun no tenía la mejor relación con mi madre, pero al menos el ambiente era menos tenso, hasta íbamos a comer algunos días de la semana con ellos.

El hecho de mentirle acerca de mi trabajo anterior era algo que aún me inquietaba, no es que fuera la primera vez que no le dijera las cosas, pero quizás ese era uno de los errores que nos habían llevado hasta el punto en el que llegamos, tal vez nos faltaba entre nosotros sinceridad, por lo que acabé confesándome.

Tuve la oportunidad de quedarme a solas con ella en una de nuestras visitas a la casa, Andrés según supe recién había comenzado a trabajar en el mismo hospital que nuestra madre y sus horarios variaban por lo que en esa ocasión no estaba, solo fui con Gustavo quien después de acabar de comer se fue a ayudar en algo a nuestro padre por lo que tuve la oportunidad de hablar con mi mamá.

—¿Ha estado duro el trabajo? — pregunté intentando abrirme brecha

—Tal como siempre, estoy tan acostumbrada que ya me es aburrido si no es así— asentí sin saber que comentar —¿Y tú?

—Estoy trabajando en otro lado— comencé a contar— en una boutique de ropa— por un momento me miró con un poco de sorpresa

—¿Y el anterior?

—Solo era por temporada— hice una pausa—la verdad es que no estaba haciendo lo que te dije —admití

—¿Y entonces? —me cuestionó en un tono que no echaba de menos.

—Solo fue para readaptarme—me excuse sin responderle—necesitaba volver al mundo laboral, pero me sentía incapaz de hacerlo en algo formal—mi madre comenzó a verme de manera dura.

—Algo que admiro de tu padre es que siempre ha sido un hombre trabajador—empezó a decirme al ver que no obtenía una respuesta clara de mi parte—así es como lo conocí y nunca dejó de serlo. Nunca le faltó trabajo porque sabía movilizarse, y eso es algo que ustedes aprendieron y con esa virtud crecieron. Saben cómo ganarse la vida haciendo lo necesario para tener un ingreso de lo que sea sin caer en cosas turbias, desde adolescentes lo han hecho, aunque no hiciera falta, sin embargo, ese esfuerzo que hizo tu padre fue precisamente para que no les faltara educación, pudimos sacar a todos con una licenciatura, por lo que espero que sepas valorar y aprovechar ese sacrificio.

Me quedé un momento meditando lo que me decía, es cuando me di cuenta lo mucho que había cambiado, porque por primera vez no lo tomé como un ataque. Pude notar la preocupación de trasfondo en ese discurso, yo sabía lo duro que había sido para mi padre no tener estudios para tener un empleo formal, mi madre, aunque era enfermera, tampoco le había sido fácil. Comprendía que querían evitarnos las angustias y preocupaciones de llegar a fin de mes y también que tuviéramos una mejor vida.

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