Pequeño Secreto || Dahmo

Por Favor

Meses después...

Después de la muerte de Heechul, Felix se quedó en Corea con Momo. Al principio, para el pequeño era difícil, no se acostumbraba a su nuevo jardín ni a su nuevo hogar, pero con ayuda de Momo lo pudo lograr.

Las cosas entre Momo y Dahyun habían mejorado. Dahyun iba al menos una vez cada semana a la casa de Momo, a ella le gustaba pasar tiempo con la japonesa y con Felix. Un día, los tres fueron a un parque de diversiones y las chicas recordaron los buenos momentos que pasaron en ese mismo lugar.

Se podría decir que Dahyun ya había olvidado el tema del "pequeño secreto" de Momo, ella quería volver con la japonesa, después de todo, seguía amándola.

•••

—Entonces... ¿hice toda la presentación mal? —preguntó Sana.

—Sí —respondieron Tzuyu y Dahyun.

—Ya me harté de esta carrera, y ni siquiera voy 2 años —dijo la japonesa triste.

—Tranquila, te ayudaremos a mejorar tu presentación, ¿cierto Tzuyu?

—¡Sí! Nosotras ya lo tenemos listo, con gusto te ayudaremos —añadió la taiwanesa.

—¡Gracias, son las mejores! —habló Sana.

Las tres chicas empezaron a trabajar, cada una tenía un cargo: Tzuyu se encargaba del Power Point, ya que a ella le gustaba decorarlos y ponerle las letras más "aesthetics"; por otro lado, Dahyun buscaba información en Google y se aseguraba que las fuentes sean confiables; por último, Sana leía la información, seleccionaba la mejor y la organizaba.

Después de 3 horas de arduo trabajo, la presentación de Sana estaba lista. Las chicas estaban en el departamento de Tzuyu, la taiwanesa había pedido hamburguesas, ya que todas estaban cansadas y muy hambrientas.

Unos minutos después, su pedido llegó. Mientras estaban comiendo, escucharon unos ruidos muy raros, escucharon gritos.

—Tzuyu, ¿esos gritos son normales? —preguntó Dahyun asustada.

—Sí, los familiares de una vecina llegaron hace 2 meses. Usualmente, cuando los niños juegan, gritan mucho —respondió la taiwanesa.

—Si tu lo dices... —dijo la coreana.

Diez minutos después, alguien llamó a Tzuyu, la taiwanesa seguía con su hamburguesa, pero prefirió contestar, ya que se trataba de Momo.

—¿Tía Tzuyu...? —se escuchó una voz.

—¡Oh! Hola Felix —respondió Tzuyu—. ¿Qué pasó?

—¿Puedes venir? Tengo miedo...

—¿Qué? ¿Está todo bien? ¿Dónde está Momo?

Cuando Tzuyu dijo eso, Sana y Dahyun se asustaron, sobre todo la coreana. Dahyun le exigía a Tzuyu que le dijera todo, Sana intentaba calmarla, pero no pudo. La taiwanesa solo le decía que haga silencio, porque no podía escuchar nada.

—Estaba jugando en mi habitación hasta que escuché un golpe fuerte, luego escuché a mi mamá gritar y ya no supe nada... tía tengo miedo, estoy en mi habitación —contó Felix llorando.