Capítulo 20: Los amados recuerdos...

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...



Izuku terminó por fin con su día y estaba caminando hacia la estación.

Uraraka no podía ir con él debido a que las chicas del curso la arrastraron a ir de compras, mientras que Iida tenía que hacer unos deberes que Aisawa le entregó.

Hablando de su maestro, Aisawa les pidió a todos que consiguieran que sus padres firmaran un permiso para irse a un campo de entrenamiento especial en unos días, cosa que emocionó a todos.

Claro, a todos menos a los siempre indiferentes Todoroki e Izuku.

Incluso Bakugo sonreía un poco.

Izuku ya se podía imaginar que estaba pensando.

Si bien la última vez le dio una lección, parece que no fue suficiente para reducir su ego.

Izuku sabe que su arrogancia puede llegar a ser un gran problema en el futuro.

Esperaba que su 'amigo' pudiera solucionarlo madurando, sin embargo... considerando su actitud explosiva... cree que va a tomar un tiempo.

Sacudió la cabeza suspirando.

Miró su cuerpo y decidió entrenar más arduamente que antes.

Entrenar siempre ayudaba a su estado de ánimo, incluso si siempre se está llevando a sus límites.

Pero el dolor provocado por ello le hace feliz, como si le hiciera sentir que estaba vivo.



...



"...Emm"

"¿...?" Izuku sintió que alguien agarró una esquina de su uniforme.

Al principio tenía miedo de que fuera Nejire, sin embargo cuando escuchó la voz se tranquilizó y a la vez se puso en guardia.

No había sentido su presencia de ninguna forma.

Jin le había enseñado a prestar atención a su ambiente de forma inconsciente y sin embargo esta persona no podía ser detectada.

Se dio la vuelta para ver quién era.

Cuando vio su rostro se quedó un poco paralizado.

'Es esa persona...' Izuku entrecerró los ojos.

Ahora no hay duda de que esta chica tenía algo especial que las demás personas no tenían.

Da la casualidad que la chica peliverde también pensaba lo mismo mientras miraba sus ojos



...


Lo que Izuku no sabía era que este encuentro era un suceso maravilloso que pasó en su vida.


...



Y así dos personas completamente diferentes, una con un aura sagrada y otra con un aura inquietante, se quedaron sentadas mirándose fijamente mientras esperaban sus pedidos en una cafetería.

Si no fuera por sus miradas serias uno pensaría que eran novios o algo así.

"E-Eh... aquí está su pedido" La camarera se rindió de intentar buscar un momento oportuno para entrar y entregó los pedidos de los demás.

The Least WeakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora