The Least Weak

Capítulo 33: ...Mierda

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La clase 1A había ido nuevamente a los comedores luego de las clases regulares.

'Un tiempo de descanso, por fin'

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O eso hubiese dicho...

...

Ahora mismo estaba mirando frente a él con indiferencia como Mina y Toru no paraban de sacar fotos mientras las demás chicas estaban sonrojadas y los chicos estaban celosos o envidiosos.

Mineta estaba echando espuma de la boca en un costado tirado en el piso, Momo le pidió a Kendo que lo durmiera antes de que se lanzara a atacar a Izuku.

Este último tenía la mirada muerta mientras miraba el bento frente a él.

Atrás de él estaba Nejire con ligeras lágrimas mientras lo abrazaba.

'¿Cómo terminó así?' Esta vez, incluso Izuku estaba dudando de la vida.

Antes, ya sea en Aldera (su escuela primaria) o antes de que pasara lo de la USJ no había pasado nunca esto.

No sabe cómo sentirse al respecto a la situación.

Nunca tuvo una experiencia con las mujeres.

Ahora ya hay 3 mujeres que lo abrazaron.

Primero fue Ibara, luego Setsuna y después Nejire.

Flashback

Izuku estaba caminando ocultándose de sus compañeros para poder comer solo.

Necesitaba alejarse un poco algunas veces.

No es que le disgustara estar con sus compañeros, sin embargo estar solo también era algo bueno.

En una mesa aún más escondida que antes, pudo ver una figura familiar.

Era aquel niño pelimorado con el que se encontró la primera vez que fue al bufet/comedor.

Cuando se dio cuenta de él y caminaba hacia él, el niño pelimorado llamado Hitoshi Shinso lo miró fijamente.

Izuku lo miró confundido y se señaló a sí mismo.

Shinso asintió con una mirada seria y negó con la cabeza mientras señalaba otra mesa.

Izuku lo miro con extrañeza.

Se giró para ver los alrededores pero no encontró a ningún compañero de la clase 1A o clase 1B que lo pudiera reconocer.

Izuku miró a Shinso y se encogió de hombros.

Shinso señaló el techo.

Izuku con confusión se giró lentamente a ver el techo.

Cada centímetro que movía su mirada sentía que algo estaba mal.

"¡Izu-Kunnnnnn!"

Efectivamente, su instinto no lo engañó.