Amor Obsesivo

Capituló 6.

Bakugou se sentía cabreado.

Después de tan acalorado encuentro con la molestia que tenía viviendo en casa.

Tuvo que ir a su trabajo tarde ya que su lado alfa se negaba a dejar al omega solo.

Y él odiaba llegar tarde.

Pero además tuvo que aguantar las burlas del escritor Monoma, que era el encargado de escribir el guion cuando daban las noticias, ya que tenía el aroma del omega impregnado.

Aun cuando tomo una ducha para poder quitárselo no pudo.

Él beta se reía de el diciéndole "que el león por fin había sido domado", ya que no era ningún secreto que Katsuki pasara sus noches con alguien diferente.

Pero tener el olor de alguien era algo que hacían las parejas.

Así que estuvo todo el día burlándose del alfa.

Cosa que lo ponía más de malas.

Lo único bueno de todo esto es que ya no tenía que aguantar a nadie de ese lugar, en unos meses se iría.

Regresó más tarde ya que tuvo una junta con su jefe.

Era de noche cuando entró a su departamento notando que todo estaba en completa obscuridad.

A lo cual se le hizo extraño, Izuku siempre tenía todo preparado cuando él llegara y poder cenar juntos.

Hacía de su departamento un hogar.

Subió al segundo piso caminado hacia el cuarto del omega, trató de abrirla pero esta estaba con seguro.

-Deku abre- llamo pero nadie le respondió -maldición abre la maldita puerta- trató de forzarla pero le era difícil.

Así que no tuvo de otra que romper el picaporte para entrar, lo recibió una gran obscuridad.

Solo la luz del pasillo lo dejaba ver un pequeño bulto en la cama.

Noto como algo pequeño y peludo se movía entre los cabellos del omega, sorprendiéndolo, era un conejo que masticaba el cabello verde de Izuku.

Pero este ni se inmutaba.

-Oe Deku despierta- lo movió un poco.

-Déjame solo- se removió entre las cobijas haciendo que el conejo dejara su cabello y se recostara a un lado de él.

-¿Desde cuando estas dormido?- olió las feromonas cargadas de tristeza pero prefirió ignorarlo.

-Eso a ti no te importa- su tono se escuchaba cansado y molesto.

La respuesta del peliverde no le gusto para nada así que hizo lo que siempre hace cuando algo le molesta, gritar.

-¡Maldición, mírame cuando te estoy hablando!- lo jalo fuerte de la cobija asustando al conejo que salió brincando del lugar.

Izuku solo se hizo bolita por el frío que recorrió su cuerpo al no sentir la calidez de la cobija, así que con pesadez se sentó mirando al alfa, dejando notar unos ojos hinchados y su nariz roja por tanto llorar.

Lo cual dejo sorprendido al alfa que lo miro unos segundos solo para después seguir hablando.

-Mírate estás hecho un desastre- lo dijo con un deje de asco, pero él omega ni siquiera reaccionó -¿acaso no me vas a responder?- preguntó un poco arto de la situación.

-¿Porque no me dejas en paz y te largas con una omega?- le arrebató la cobija y se volvió a acostar dándole la espalda al alfa.

El cual tuvo que contar hasta mil para no golpear al Omega embarazado.