✅Cabello desenredado
✅Ropa nueva
✅Mochila nueva
✅Cuadernos y lápices bonitos
Rapunzel es nueva en la escuela. Se educó en casa durante toda su infancia por lo que toda la experiencia escolar es algo totalmente desconocido para ella. Pero Rapunzel está emocionada, ha visto muchas películas para prepararse para este momento, aprendió las mejores líneas para hacer amigos y sabe que las chicas que visten de rosa son las malas.
¡Ella está lista y preparada para enfrentar el mundo!
Solo... Que la escuela no era como veía en las películas. Sí, había mucha gente linda y diversa, pero nadie parecía impresionado de ver un rostro nuevo o, peor aún, ¡nadie estaba cantando! De hecho, más que un hermoso y esperanzador primer día de clases parecía un triste funeral.
Rapunzel se aferró a las asas de su mochila decidiendo dar los primeros pasos al interior de la escuela, dónde inmediatamente una voz chillona la detuvo, miró a su alrededor hasta que la voz volvió a hablar, entonces bajo la mirada notando a un hombre de traje mirarla con una amable sonrisa.
- Bienvenida a Disney. Soy el director Mouse, permíteme que te guíe por la escuela.
La chica asintió dejando que el hombre la consiguiera por los pasillos, le presentó los salones de clases, su casillero e incluso dónde quedaban los baños y el gimnasio. Le presentó el pasillo lleno de trofeos que habían ganado a lo largo de los años, tanto académicos cómo deportivos y artísticos.
Él hablaba sobre lo feliz que era de tenerla en la escuela y el gran aporte que estaba destinada a contribuir tanto en la comunidad escolar como el mundo una vez se graduara. Rapunzel intentaba seguir el hilo de la conversación, pero se perdía, ya que el director hablaba demasiado rápido.
Finalmente se detuvo frente a un salón-. Aquí es tu primera clase ¿Traes tu horario?
- ¡Sí! Lo tengo justo aquí...
- Perfecto, si tienes dudas pregunta a tus compañeros, todos son muy amables. Bien, te dejo para que te instales.
Dicho eso se perdió entre la gente del pasillo. Rapunzel respiró hondo e ingresó al salón, rápidamente las miradas de los estudiantes que ya estaban allí se posaron en ella pero tan rápido como sucedió eso dejaron de mirarla, a excepción de una chica castaña que extendió su mano para invitarla a sentarse junto a ella.
Rapunzel le agradeció con una sonrisa y se sentó a su lado.
- Soy Anna -se presentó la castaña tomando su mano para estrecharlas-. ¿Eres nueva? Estoy segura de que nunca te había visto por aquí.
- Sí... Acabo de llegar hoy, soy Rapunzel.
- ¡Wow! ¿De qué escuela vienes? ¡No me digas, yo adivinaré!
Anna la miró de pies a cabeza y acarició su barbilla como si eso fuera ayudarla a pensar mejor, luego sonrió triunfante.
- ¡DreamWorks! Tienes cara de ser de allí.
- No...
- ¡Sony!
- No.
- ¿Ilumination?
- ¿No?
- ¡Ah! ¡Ya sé! ¡Ghibli!
- Eso queda en Japón -dijo otra chica que recién llegaba, está se sentó justo detrás de Anna-. ¿Quién es ella?
- Es Rapunzel, acaba de llegar a la escuela. Intentaba adivinar de dónde venía, pero se me acabaron las ideas.
- Estudiaba en casa.
Dijo finalmente Rapunzel, ambas chicas susurraron un "oh".
- Eso suena triste -comentó Anna.
- ¿No que tu hermana se educó en casa también?
Anna hizo un ademán con la mano para restarle importancia al asunto aclarando que era porque su hermana tenía ansiedad social, luego le preguntó a Rapunzel sobre sus razones, pero ella se encogió de hombros, sus padres lo habían decidido así durante mucho tiempo, jamás pensó que podía cuestionarse sobre sus razones.
- Por cierto, soy Moana. Puedes contar con nosotras para lo que necesites.
Rapunzel agradeció sus amables palabras y la conversación acabó allí cuando sonó el timbre indicando el inicio de la clase.
*ੈ✩‧₊˚*ੈ✩‧₊˚
Para la hora del almuerzo Rapunzel se encontraba mareada, cansada y hambrienta. Ella esperaba comer una deliciosa comida casera y pintar en su balcón como solía hacer en casa, pero no estaba en casa. En cambio estaba arrastrando los pies por el pasillo intentando no chocarse con la gente mientras Anna y Moana hablaban sobre alguien que ella no conocía.
El letargo de la rubia desapareció en cuanto cruzaron la puerta de la cafetería y el olor a comida junto con el ruido juvenil golpearon su ser. La cafetería era ese lugar que definía tu vida según el lugar dónde te sentabas, podías ser la próxima chica popular y deseada, a ser la invisible y poco interesante de la escuela. Este lugar lo era todo.
Se puso a la fila con su bandeja para retirar la comida, pero eso no era lo importante, ella estaba mirando cada una de las mesas intentando analizar cuál sería el mejor lugar para sentarse; Rapunzel no buscaba ser la popular (porque ellas son malas, y ella no era mala), ni pasar desapercibida.
Estaba tan pendiente en eso que ni siquiera notó que se había quedado quieta obstruyendo el avance de la fila hasta que alguien le gritó a su lado. Un chico alto, de hombros anchos, y mala cara.
- ¿Eres tonta? ¡Muévete!
- ¡Gastón! No seas malo con ella, es nueva -interrumpió Moana tomando del brazo a Rapunzel para tirar de ella-. No le hagas caso, es un idiota.
Rapunzel asintió avergonzada, no esperaba convertirse en la chica que era molestada tan pronto. Terminó de recoger su comida y siguió a sus compañeras con la cabeza baja sin importarle dónde se sentaría, ya había condenado toda su existencia en la escuela ¡Estaba acabada!
Ya nunca iba a cumplir sus sueños, el mundo se había derrumbado a sus pies ¡Podía sentir que todas la miraban y se burlaban de ella!
Rapunzel.
La chica de ojos grandes y cabello anormalmente largo.
Rapunzel.
La tonta que no sabe cómo relacionarse con las personas ni desenvolverse en sociedad.
Rapunzel.
La que anda descalza en casa porque los zapatos le aprietan los pies... ¿Cómo ellos sabrían que ella anda descalza en casa? ¡¿Se puso zapatos?!
- ¡Rapunzel! Estás pálida, ¿En qué estás pensando? —preguntó Moana quitando la bandeja de sus manos para dejarla sobre la mesa.
- Yo... -bajó la mirada para confirmar que llevaba zapatos y luego volvió a sonreír a las chicas-. Nada, no es nada.
— Bien... ¡Cómo sea! ¿Te gusta cantar?
Anna la señaló con el tenedor esperando una respuesta, la rubia asintió con algo de duda sentandose a su lado. Anna aplaudió con emoción comenzando a hablar tan rápido que Rapunzel se perdió en su monólogo, Moana por otro lado le explicó lo que la otra intentaba decir: La invitaban unirse al coro de Disney.
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Escuela privada DISNEY
Fiksi Penggemar☆ Rapunzel es nueva en la escuela y tiene muchos sueños por cumplir, quiere hacer amigos, quiere tener rivales y quiere tener un amor adolescente. Sin embargo, la escuela privada de Disney no es como en las películas y el coro de la escuela tiene m...