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—Y bien doctor—lo miro examinarlo por última vez—que tiene?

—Esta perfectamente—dijo para alejarse un poco y tomar lugar a su escritorio—No tiene nada malo.

—Que hay con que no recuerde nada?—ambos tomaron asiento también

—Tal vez haya pasado algo de lo que no se enteró usted y causó todo este desorden en su mente.

—Nisiquiera sé cómo está vivo—Confundido.

—Que es lo último que recuerda—pregunto al rubio.

—Pues conozco mi niñez, mis amigos y solo eso, en sí jamás lo había visto a él—señalo a Hyunjin—No sé cómo me conoce y tampoco recuerdo haber tenido un hijo.

—Mm—movio la cabeza—Por todo esto, puedo deducir que tuvo pérdida de memoria repentina—miro al mayor—A olvidado lo que vivió con usted pero recuerda su pasado, quizás su mente trata simplemente de evadir todos esos problemas que enfrentó con usted.

—Entonces no me recordara para nada?

—La mente es poderosa y quizás mostrándole cosas que vivió a su lado pueda recordarlo todo.

—Que pasa si no?

—Pues si sería un problema y lo único que puede hacer es vivir con ello.

—Que tanto olvide?—Miro a su lado.

—Demasiadas cosas Félix—parpadeo.

Que cosas?, pues que viví en todo este tiempo como para que se ponga de esa manera tan triste.

Su semblante me hace preocuparme sigo que yo sepa nunca fui tierno o amable con nadie y estaba acostumbrado a vivir solo de la maldita venganza conmigo mismo.

O acaso por algo cambiaron las cosas, que hiciste Lee Félix?.

Salieron de aquella habitación caminando por el pasillo de dicho consultorio.

Así hasta llegar al mismo auto en el cual arribaron minutos antes de llegar al lugar.

Hyunjin estaba triste y muy pensativo con respecto a él.

Sabía claramente que los oficiales que lo visitaron hace poco debían saber esto, de lo contrario quizás estaría cometiendo un error como los que no quería cometer denuevo.

—Y ahora?—hablo el rubio—supongo que debo ir a casa.

—Estas lejos?

—Por la ciudad.

—Como llegaste ahí?—fruncio el seño.

—Bueno...allí siempre eh estado.

—Puedo ver tu espalda.

—Oye—ofendido—Eres un extraño, como crees.

—No me lo tomes a mal—se disculpó—Solo que, hace tiempo te dispararon y tú te opusiste para salvarme.

—Yo?

—Si.

—Bueno, no tengo nada en la espalda para que te lo sepas.

—La herida sano?

—Pues no tengo nada, mi cuerpo está en perfectas condiciones.

—Extraño.

—Bueno me voy—evitando más preguntas.

—No—lo detuvo—Te llevaré, tampoco quiero que te pase nada cuando yo te traje aquí.

—Esta bien—Asintio.

Subió al auto sin decir otra palabra, mantuvo un semblante serio como si pensara un millón de cosas que no le cuadraban hasta el momento.

Candy Play KillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora