Candy Play Killer

10

Aquel supuesto hombre misterioso había encadenado a Hwangwoon para evitar que saliera corriendo de nuevo.

El de estatura baja permanecía de pie mientras aquella mujer llamada BiBi con el otro mayor comían muy satisfactoriamente.

El yacía vestido de blanco queriendo comer también, sin embargo a los otros no les interesaba darle algo siquiera.

—Y puedo saber si debo morirme de hambre?

—Él mayor lo miro con mucha seriedad—Después de lo que hiciste, no mereces tragar o si?—Cuestiono.

—Y el malo soy yo—Sonrio burlándose.

—No creo que lo que te demos te guste.

—Pensándolo bien, no quisiera comer tu basura—se jalo de la cadena.

—Nisiquiera lo intentes, no podrás escapar—Continuo comiendo.

—Tengo cara de un maldito perro!—quiso llegar a él para golpearlo pero simplemente se regreso.

—Él único que se lastima aquí, eres tú.

—Sueltame inbecil!—Procedió a jalarse como sea intentando liberar su cuello de aquella cadena.

—Ya basta!—Golpeó la mesa de molestia—Deja de hacer ruido mientras trato de comer.

—Haber animal, no me puedo callar hasta que no me dejes ir y me quites esta cosa de encima!

—Saben que, llevenselo de aquí y encierrenlo.

—Aunque me lleves a otro lado siempre voy hacer ruido no importa lo que hagas y aun así me quites la lengua voy a seguir molestandote hasta que me dejes empas y...—Siguió gritando mientras era sacado de aquel comedor.

—Es increíble que sea tan molesto—Se acomo en su lugar.

—No puedes decirle a tus hombres que se lo lleven, recuerda que él es mio.

—No es tuyo—Bebió un poco de vino.

—Por mi esque esta vivo, que no se te olvide.

—Ya te agradecí por eso, pero como te dije desde el inicio, él es mio nada más.

—Si es así y no llegamos a un acuerdo lo regresaré al infierno de donde no debió salir por lo que veo.

—Bien—vencido ante sus palabras—50 y 50, que más?

—No creo que él se pueda dividir.

—La mitad del día lo tendré yo y la otra mitad tu, dependiendo de en que tiempo lo necesite.

—Mm...no se—fingiendo analizar todo.

—Entonces?

—Prefiero a que no le pongas cadenas, es injusto.

—Acaso no entiendes que puede irse, ya vez lo que ocasionó solo por querer huir.

—Siempre hay motivos—lo miro fijamente—Y sus debilidades lo detendrán.

—Que me estas proponiendo.

—Secuestrar a su hijo pequeño y culpar al mayor, no sería grandioso?—sonrio.

—No está mal pero como culpariamos al hijo de ranw?

—Tu tranquilo, manda a tus hombres—se relajo en la silla—Lo demas es pan comido.

En el sótano

—Te cres muy fuerte solo por que me eencadenas—Sus enojos eran graciosos para el más alto de altura.