capítulo 13 | No lo hagas Cisco

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Dawn se encontraba tomando su tasa de café cuándo las voces de dos personas llegando le llamo la atención, levanto la vista de su tasa que contenía el logo de los laboratorios Star viendo como su padre y Wally entraban al córtex.

Dawn ajena a lo que hablaban escucho como Cisco le explicaba a Wally que ser superhéroe no solo era golpear traseros, lo cual luego se retracto y dijo que si era eso. 

—¿Caitlin eso es normal?—Pregunto la menor al lado de Caitlin, Dawn había visto como las pulseras que contenían los poderes de Caitlin comenzaba a parpadear entre rojo y azul.

La nombrada soltó un suspiro frustrada.—No se que pasa, parece que están fallando. Me hacen sentir como un criminal.

—No están fallando, ¿si?—Exclamo Cisco, acercándose hacia Caitlin.—Tal vez si recargaras la batería como te dije que lo hicieras..

—¿Debo de conectarme a un tomacorriente como si fuera una Tablet?—Cuestiono Caitlin no dispuesta a hacer eso para no usar sus poderes.

Cisco la miro con seriedad.—O cargas esas mancuerdas o nos congelaras de nuevo.—Menciono este contando con sus dedos sus dos opciones.

Caitlin se levanto de su cilla y se acerco hacia Cisco.—O podrías repáralas.—Sugirió alzando ambas muñecas hacia cisco mientras le pedía con los ojos que las reparara. 

Este pareció perplejo ante lo dicho.—O puedo repararlas.—Acepto sin mas que decir, haciendo que Dawn y Barry soltaran una pequeña risa al ver como convencieron a Cisco.


—Que día tan suntuoso, hermanos.—Hablo H.R entrando de sorpresa al córtex con una tabla de dos ruedas eléctrico.  

—Cielos, ya llego.—Murmuro cisco de mala gana viendo extraño a H.R. 

Todos saludaron al recién llegado, el cual añadió que no solo era un buen día sino que era genial ya que por fin podía anunciar que el nuevo museo de flash se inauguraría, en capacidad limitada a estar en supervisión aun. 

—Síganme, demos un recorrido.—Finalizo H.R, girando yendo hacia la salida del córtex.

Dawn que veía todo eso en silencio, y bueno que de vez en cuando soltaba pequeñas risas ante la actitud de cisco. Se levanto de su cilla y de un trago se termino su poco café que le quedaba, parándose detrás de los tres adultos frente a ella.  

Cisco se giro con una cara perpleja hacia Barry, alzando sus cejas.—Esto se podría haber evitado. Lo sabes, ¿verdad?

Barry solo asintió y todos comenzaron a seguir a H.R, a excepción de Dawn que se despidió de los cuatro adultos y se dirigió hacia CC Jitters donde se encontraba Henry esperándola. 







[...]






Henry se encontraba tomando un capuchino con unas empanadas, alcanzo a morder solo una cuando vio a su hermana entrar al establecimiento.

Allen - JohnsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora