Suspiros del Alma ⋮ TaeYu

Capítulo 6.

Yuta no espera una confirmación cuando ya está dentro de la habitación y se encarga de cerrar la puerta, por el contrario de Yongha quien estaba sin camisa, por decencia se encamina a su armario en busca de una camiseta

—Yongha, mi hermano no ha escuchado mencionar al señor Lee en un buen tiempo. Me encontraba subiendo cuando los escuché.

El nombrado termina de vestirse y voltea a verlo, espera, se mantiene esperando ¿A qué ha ido a verlo? ¿Advertirle? ¿Qué tiene que esperar de él?

Ha estudiado a todos en esa casa pero Yuta se encuentra fuera de ese estudio porque no tenía idea de que el esposo de aquella mujer tenía un hijo. Lo han ocultado bien o Yong pasó algo desapercibido en su investigación.

Entonces Yongha cae en cuenta de algo... Yuta lo ha estado tuteando, la formalidad acabó de desaparecer.

—¿Debo disculparme?

—No creo que quieras disculparte, por cómo escuché querías bajarle los humos a Joong.

—Joven Yuta creo que ha mal interpretado mis palabras.

—No lo sé... Debes tener una conexión con el señor Lee, tal vez conociste a Joongha antes. No creo que sea una casualidad mencionar al señor Lee ¿Tienes idea del efecto que causa ese nombre en mi hermano?

—Joven Yuta... —insiste caminando hasta llegar frente al castaño, están en medio de la habitación, la mirada del joven analiza, Yongha puede sentir que él busca algo más— Creo que está mal interpretando lo que acaba de suceder afuera, no era mi intención causar algo en su hermano.

—Conocías al señor Lee ¿No es así? —pregunta indagando en los ojos grises de Yongha.

Pero como Yong ha considerado antes, debe saber esconder sus verdades y mostrar lo que él desea, es por ello que ahora se muestra con un rostro confundido, debe verse extrañado ante su pregunta. ¿Conocer al Señor Lee?

—No. —Asegura mirándolo a los ojos, Yuta entonces retrocede confundido.

Yong casi sonríe. Lo ha hecho dudar, porque antes Yuta parecía tan seguro.

Yuta sonríe apenado y asiente con la cabeza. Mete la mano en uno de los bolsillos del pantalón sacando algo en su mano que se mantiene cerrada en un puño, luego se sienta a la orilla de la cama mirando fijamente al hombre.

—Entonces esto es extraño.

—Ha quedado claro que ha mal interpretado todo esto, le pido por favor que me deje solo, necesito darme una ducha y creo que el joven Yuta debería dejar de dar vueltas en el asunto —dice lo más amable posible.

—Entonces no entiendo porqué dirías eso, oh cierto —se detiene abrupto en sus palabras y agrega después— Esto se te cayó en el comedor.

Yongha, quien ya se había encaminado a la puerta para abrirla, se detuvo. Observó la mano extendida de Yuta, en su palma reposa el objeto que había estado buscando.

Yuta ahora es quien espera.

El coreano sonríe incrédulo.

—Se te había caído esto, Jang Yongha —el tono en cómo pronuncia aquel nombre pone en alerta a Yong, Yuta está mirándolo a los ojos, curioso con una sonrisa amable—. Se cuidadoso, a veces las cosas perdidas no regresan.

Yongha se mantiene quieto, desconcertado y sólo extiende su mano cuando Yuta se levanta y devuelve la cadena dejándola con el dueño.

La fina tira negra mantiene firme al dije pequeño de aquellas piezas: bolitas tan pequeñas, todas unidas formando un corazón negro no mas de centímetro y medio. Una figura pequeña y delicada que tiene un significado importante para él.