Capítulo 14.

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Cuando el día comienza es un poco irritable.

La familia Nakamoto no parece estar en su mejor esencia. El señor Nakamoto parece tener demasiado trabajo, Yongha escucha que no llegará a casa hasta muy tarde, Joongha se ha vuelto más prepotente de lo que habitualmente estaba preparado para soportar y debatir.

La señora Yowon no habla mucho pero permanece encerrada en el estudio.

—Puedes tomarte el día libre, Joongha vendrá tarde con su padre, alguien más los traerá.

Esas habían sido sus palabras una hora antes de que Yongha subiera a las habitaciones.

Joongha no tiene nada en especial en su habitación, no hay nada de lo cual sospechar así que directamente pasó a su propia habitación tumbándose en la cama.

Tampoco tenía ganas de salir, además, el sueño también lo venció.

Y cuando despertó, para su sorpresa no estaba solo. El joven japonés estaba a su lado acostado boca abajo enfrascado mirando su teléfono con aburrimiento, de seguro lleva bastante tiempo allí.

Yongha se removió en la cama un poco disgustado.

—Eres como una goma de mascar, Yuta —le dijo ocultando su malhumor en una simple broma.

—Esperaba encontrarte fuera como siempre, mi madre cree que te habías ido pero vine y estás aquí todavía —responde Yuta estirándose en la cama

Tiene un extenso horario en la universidad, sin embargo, sus demás clases programadas para la tarde en ese día habían sido canceladas y había llegado a la mansión mucho antes de lo que pensó.

Creyó que Yongha no estaría en casa pero una de las empleadas le dijo que aún no había salido de la mansión por lo que Yuta sólo fue a hacerle una visita a la habitación encontrando dentro al chófer dormido. Luego él también se había quedado dormido pero Yongha fue quien durmió mucho más. 

—¿No tenías clases?

—Las tuve —responde Yuta después de un rato, todavía concentrado en la pantalla del teléfono— ¿Por qué no miras qué hora es? Es muy tarde para que sigas durmiendo —Yuta reprocha al ver a Yongha volver a cerrar los ojos

—¿Por qué no me lo dices tú? —medio gruñe con las intenciones de ignorarlo después 

—Son las cuatro y quince, salí de mis clases hace como tres horas ¿Cuánto llevas echando siesta?

—Casi toda la mañana —responde sin importancia sorprendiendo al japonés.

—Y aún así quieres seguir durmiendo ¿No es así?

Yongha por fortuna se había puesto de espalda hacia los ventanales que permanecen cerrados porque una mueca molesta se instaló en su rostro y había rodado los ojos con fastidio.

Por ahora no tiene paciencia, Yongha se siente extrañamente enfurecido sin motivo alguno y sería mejor buscar calmarse

—¿Quieres que pida algo de almuerzo? Todavía estás a tiempo, la señora Kim dijo que sobró un poco.

Pero él no tiene hambre a pesar de ser una persona que acostumbra a no saltarse las comidas porque son parte esencial.

—Quiero seguir durmiendo. —Le responde

—En serio Yongha ¿Sucede algo? —insiste Yuta siendo consciente de lo distante que estaba siendo el mayor— ¿Por qué estás comportándote así? ¿Es conmigo o qué es?

No puede responder a ninguna de sus preguntas porque no lo sabe. No sabe si es consigo mismo o lo entrometido que puede llegar a ser ese chico, o porque no ha conseguido ninguna información desde que llegó a esa casa. 

Suspiros del Alma ⋮ TaeYuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora