Capítulo 3.

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    Zyan no pudo evitar reír al ver al chico caminar, alejándose cada vez más de su auto. Khio se había mostrado en contra de dejar el auto luego de su beso, pero logró irse sin mirar atrás. Zyan estaba cada vez más complacido, el chico ni siquiera llevaba nada tapándole el cuello, las marcas que le había hecho estaban a la vista para que todos las vieran, no había intentado cubrirlas en ningún momento. Había pensado en mencionarlo para ver como reaccionaba, pero estaba feliz de no haberlo hecho, ver que Khio tenía tan poca vergüenza fue interesante por decir lo mínimo.

   Lo vio caminar unos pocos segundos, y le bastaron menos de dos minutos para decidir que seguiría a Khio, quería averiguar dónde vivía el chico. Era una decisión impulsiva, pero mientras más supiera sobre la persona a la que quería encantar, más ventaja tenía. Tampoco tenía mucho más que hacer, pensó.

   Dejó su auto estacionado al lado del inicio de la calle, e inmediatamente se bajó a buscar al chico. Lo había perdido de vista en los pocos minutos dónde no lo vigiló, ya que Khio dobló en algunas calles, pero para su suerte pudo encontrarlo rápidamente. Sonrió mientras esperaba a que la distancia entre ellos creciera para seguir caminando detrás del chico.

   Mezquinamente, se preguntó si Khio podía sentir su incesante mirada clavada en su espalda, si le causaba escalofríos y nervios sin saber por qué. Esperaba que lo hiciera.

   Había bastante gente afuera ese día, sorprendente para un domingo por la tarde, supuso que era por el buen clima que había, todas las personas le sirvieron bien para pasar desapercibido.

   No se acercaría a Khio por cuenta propia otra vez. Iba a dejar que el chico fuera el que estableciera contacto primero; Zyan ya podía imaginarlo, Khio estaría tentado a mandarle algún mensaje cuando viera su número en su bolsillo, pero se resistiría a fomentar una relación con alguien que apenas conocía; ya tenía mucha curiosidad por cuánto tiempo tardaría en hablarle. Pensaba que tal vez pasaran algunos días antes de que recibiera señales de Khio, esto porque en algunos momentos el chico parecía querer irse inmediatamente de su departamento, como si quisiera evitar pasar más tiempo con él que el estrictamente necesario, incluso cuando obviamente disfrutaba de su compañía. Si Zyan pudiera presenciar las dudas de Khio, yendo entre querer estar con él y alejarse, sería entretenido.

   Estuvo unos cuantos metros detrás de Khio durante aproximadamente diez minutos, según su teléfono, ambos recibieron diferentes miradas hacia sus cuellos, lo hizo tener que aguantar la risa, Khio ni siquiera parecía consciente de la atención que atraía por su libertino aspecto, o no lo mostraba. A Zyan simplemente no le importaba.

   En algún momento se alejaron lo suficiente de las áreas más concurridas para que él se viera forzado a ser más cuidadoso, no podía permitirse ser descubierto tan temprano. Llegaron a un edificio de apartamentos sin nada destacable sin que Khio lo viera; tenía varios pisos y por lo visto un patio, era lindo y no aparentaba ser excesivamente caro. Perfecto para un estudiante universitario que tiene que tener cuidado con sus gastos. Incluso estaba cerca de una universidad, Zyan tendría que averiguar si Khio estudiaba ahí.

   Vio entrar al chico y se sintió tentado de seguirlo y ver que tan en pánico podía ponerlo, pero quería jugar bien, sentía que iba a ser algo largo. En cuanto estuvo seguro de que Khio no iba a salir nuevamente, se giró y volvió a buscar su auto. Pasaría el resto del día pensando en cómo hacer que Khio esté más enamorado de él de lo que ya parecía, y tal vez perdería el tiempo en su sofá. Durante la anterior madrugada había terminado todo el trabajo que le quedaba para ese mes, sus próximas entregas las iba a planificar y llevar a cabo el siguiente. Solo le quedaba relajarse, y esperar cierto mensaje, o llamada.

(...)

   Khio no estaba inconsciente de las miradas que empezó a recibir tan pronto como dejó el auto de Zyan.

A las 4 am.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora