Te han ordenado a matarlo, ¿pero lo podrás hacer? ¿Pondrás todo por lo que has trabajado en la línea por el?
Únete a la historia de dos amantes desafortunados que buscan encontrar sentido en un mundo donde solo yace la muerte.
18+
Mundo Alternativo...
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No estaba bromeando. La forma en que te sostenía podía decirte tanto. O cumplías y intentabas de descubrir una manera de salir ilesa o actuar y morir con 100% de certeza. Dejó al descubierto tus labios al sentir que te relajabas contra él. "Está bien. No me moveré," finalmente hablaste después de demasiados segundos de silencio. Siempre fuiste una para pensar rápido en tus pies. Muy bien, pensaste. Solo necesita quitarme esta pistola de la cabeza y cuando lo haga...
Rápidamente, antes de que Armin tuviera la oportunidad de reaccionar, te diste la vuelta y lo inmovilizaste contra la pared con tu frente presionada bruscamente contra la suya. Era un poco más alto que tú, tenías que voltear la cara para mirarlo a los ojos y darle una mirada de muerte. Pudiste vislumbrar sus dientes apretados; fue tomado por sorpresa. "No pensaste en serio que sería tan fácil," dijiste agarrando su muñeca con el arma. Su cabello rubio le cubría levemente los ojos, tenía puesto un cuello de tortuga negro, óptimo para cubrir las manchas de sangre. Manchas de sangre que podrían haber sido tuyas.
"Me voy a ir ahora," dijiste, tu cuerpo aún presionado firmemente contra el suyo, "y como sé que esta no será la última vez que te veré, por favor, ponte algo un poco más bonito la próxima vez." No era el momento de bromear, lo sabías, pero no podías evitarlo. Parecía tan guapo clavado contra la pared todo sudoroso así. En realidad, ¿por qué está tan sudado? Una gota de sudor corrió por su frente.
No te estaba mirando a ti, estaba mirando fijamente al suelo. Notaste que su cuerpo, aunque firmemente presionado por ti, no mostraba signos de restricción. Si tan solo no estuviera tan oscuro, tal vez podrías ver mejor su rostro. Lo intentaste y solo encontraste que sus mejillas estaban teñidas de color rosa. La parte superior de su rostro estaba sombreada con su flequillo, y se veía tan frágil. Casi como un juego de té vintage que encontrarías en una tienda de segunda mano.
"Alon", agarraste la parte inferior de su rostro y forzaste su mirada hacia tu rostro levantando la barbilla. "Te agradecería que al menos te esforzaras en tratar de atraparme. A la próxima, al menos trata de hacer un mejor trabajo."
Su expresión continuó en blanco sin ningún rastro de emoción. Su mirada era profunda y parecía estar examinando de cerca tu rostro y tus rasgos con desinterés. "Sabes que ese no es mi nombre." Ah, entonces el hombre finalmente habla, te dijiste. "Entonces, te agradecería que dejaras de llamarme así. No eres estúpida. Sabes mi nombre. ¿Por qué no lo dices? ¿Hm?" preguntó, finalmente saltando de la pared y agarrando tu muñeca; no te diste cuenta todavía estaba agarrando su barbilla.
"Dime, t/n", ordenó mientras tomaba tu muñeca con más firmeza y la empujaba hacia un lado de su cabeza, obligándote a acercarte un poco más a él. Te pillaste asustada. Su tono era tan exigente y la forma en que te miró, ay, la forma en que te miró podría haberte hecho temblar. Era algo sobre la forma en que su comportamiento cambiaba por completo de un minuto a otro.
"M-me dijiste que era tu n-nombre, así que obviamente te iba decir así..." dijiste, mucho más bajo que la vez anterior que abriste la boca.
