A Knight Affair • Lumelia Adaptation

capítulo 1: Regreso a casa

“Escuché que el capitán de los Caballeros regresó esta mañana”.

La princesa Amelia Blight casi se tropieza con el largo vestido cobalto que llevaba cuando su cabeza se giró para mirar la espalda de los dos sirvientes que acababan de pasar.

El capitán de los caballeros se había ido hacía tres meses, liderando la lucha en el frente, donde las provincias periféricas del gravesfield imperio en expansión habían estado en rebelión durante casi un año.

Las noticias del frente de las que había estado al tanto eran pocas y distantes entre sí, pero sabía que las cosas parecían estar estancadas. Todos los días, las fuerzas del reino hacían retroceder a los rebeldes y al día siguiente los rebeldes retrocedían con renovado vigor.

Una vez que los sirvientes se perdieron de vista, amelia se recogió las faldas y volvió corriendo a sus aposentos lo más rápido que pudo.

Tenía que refrescarse antes de la cena, cuando su madre fuera a la audiencia con el capitán.

——

Como predijo, su madre vio al capitán de caballeros en la cena.

La comida y los platos sobrantes ya habían sido retirados cuando su madre se volvió hacia su hermana, sentada frente a ella.

"Amity, puedes retirarte". La reina Odalia Blight agitó una mano hacia su hija menor.

"¿Qué pasa con amelia?" la princesa de catorce años hizo un puchero, mirando a la heredera de veintitrés años.

"Tu hermana y yo debemos recibir al capitán de los caballeros".

Amity abrió la boca para seguir discutiendo, pero una mirada mordaz de la reina hizo que su mandíbula se cerrara de golpe en un instante. Se levantó de su silla y les hizo una reverencia a las dos mujeres mayores antes de casi salir de la habitación.

Amelia resopló, tragándose la risa que amenazaba con brotar cuando su hermana retrocedió.

Ni un minuto después de la partida de la realeza más joven se abrieron las puertas del comedor y apareció la capitana caballero Lucia Noceda; noceda, para aquellos más cercanos a ella, se pavoneaba, armadura de vara de oro pulida hasta un alto brillo, reflejando cada parpadeo de luz en la habitación. Su figura alta y robusta siempre llamaba la atención cuando entraba en una habitación.

Se detuvo ante la reina y se quitó el casco, revelando cabello castaño corto y ojos color miel cansados. Sosteniendo su casco bajo su brazo izquierdo, hizo una profunda reverencia en la cintura, con el brazo derecho cruzado sobre su pecho.

"Su Majestad." Miró a la reina antes de que su mirada se deslizara hacia amelia. "Su Alteza."

"Capitán noceda, qué bueno es tenerla de regreso con nosotros, dígame cómo les ha ido a las cosas para sofocar el levantamiento". La voz empalagosa de la reina llenó el cavernoso comedor.

“Los empujamos más allá de la frontera, recuperando la fortaleza de hexside y capturando a varios de los líderes de su banda. Han sido llevados a las mazmorras para ser interrogados." Ella dio su informe.

"Excelente." La reina sonrió, juntando los dedos frente a su cara. Su mirada distante parecía estar sobre la cabeza del capitán. "Capitán, tómese los próximos tres días de licencia, después de lo cual le asignaré sus nuevos deberes". Sin esperar una respuesta, se levantó de su asiento, lo que provocó que Amelia se pusiera de pie, hizo una reverencia y el caballero hizo otra reverencia mientras se iba sin decir nada más ni mirar a ninguno de los dos.

Una vez que su madre se fue, Amelia se volvió hacia el capitán de los caballeros solo para descubrir que ya la estaban observando y sus ojos estaban fijos. Amelia miró a los sirvientes que se arremolinaban antes de volver su atención al caballero que esperaba mientras se ponía el casco sobre la cabeza.