Transmigrado como villano, confío en la escultura de arena para sobrevivir

Capítulo 36: Revolviendo el fuego

Se colgó la llamada y Su Huanyi se preguntó: "¿Qué vino a hacer el Gran Hermano? Podríamos habernos juntado ya que él iba a algún lugar cercano".

Su Jianchen dijo que no sabía: "Tal vez fue un cambio temporal de lugar".

"¡Eso tiene sentido!"

No había tráfico a esa hora y llegaron diez minutos antes de lo esperado.

El restaurante cantonés Xuji estaba ubicado en el segundo piso de la calle comercial. La puerta de madera, las mesas de piedra blanca y los pequeños faroles naranjas eran limpios y acogedores.

Su Huanyi y Su Jianchen se sentaron a ordenar, y pronto llegó Su Chi.

La cabina era de cuatro plazas, con un lado contra la pared divisoria. Su Jianchen vio a Su Chi entrar por la puerta y se movió a la mitad. "Gran Hermano".

"Se sentirá abarrotado si nos sentamos juntos". Su Chi se volvió hacia Su Huanyi. "Entra."

Su Huanyi se extendió obedientemente.

"Oh, tienes razón." Su Jianchen volvió a su lugar. Empujó el menú. "Ya hemos pedido. ¿Quieres pedir algo más, hermano mayor?

Su Chi lo tomó y lo escaneó. "Eso es todo."

Los dos hermanos se sentaron y conversaron, mientras Su Huanyi se relajaba y se derrumbaba en un panqueque en la cabina. Le daba un poco de vergüenza comer solo con Su Jianchen, pero afortunadamente su hermano mayor estaba allí.

Las sillas de la cabina eran de cuero y la tela de su traje era suave. Su Huanyi pronto se encontró deslizándose lentamente contra la superficie de la silla como una hoja de papel A4.

Todo el proceso, desde quedarse quieto hasta resbalar, tomó solo tres segundos. Cuando reaccionó, solo la parte superior de su cabeza quedó expuesta a la mesa.

De repente, una mano lo agarró por el cuello y lo levantó de nuevo. "¿Es esto un arte de performance? ¿Serás el final de la alfombra roja esta noche?

"..."

Su Jianchen, en el lado opuesto, vio que el cuello de Su Huanyi estaba torcido y sugirió con entusiasmo: "Hermano mayor, será mejor que lo lleves del pelo la próxima vez, de lo contrario, le arrugarás la ropa".

Su Huanyi miró a Su Jianchen con incredulidad: ¡ Mi cabello no es renovable!

Su Chi arregló su collar. "No puedo aferrarme a él, es demasiado resbaladizo".

Su Jianchen no lo creía del todo. ¿Era tan sedoso?

Muchos de los platos en el restaurante cantonés Xuji estaban listos y sus pedidos se tramitaron rápidamente. En una mesa estaban dispuestos: aceite de piña cocido con hielo, ganso asado, albóndigas de gambas cristalinas, fideos de huevo cocidos dos veces y verduras salteadas.

Su Huanyi sostuvo un tazón y se zambulló.

Los otros dos estaban acostumbrados. Sus rostros no cambiaron y sus espaldas estaban rectas mientras se servían.

A la mitad de la comida, Su Huanyi dejó de perseguir su comida. Su rostro era solemne cuando preguntó: "¿Comí algo malo otra vez?"

Los dos a su lado dejaron sus palillos y miraron. "¿Qué ocurre?"

"Siento que mi estómago está caliente".

Los ojos de Su Chi se posaron en su vientre ligeramente abultado. Subía y bajaba debajo de la camisa con su respiración. Su Chi retractó su mirada con calma y dijo: "Acabas de comer demasiado".