Me pregunto si yo deberia de estar aquí? No creo ser el más calificado para ser el rival de la futura Campeona de Sinnoh, pero voy a ser lo posible, de todos modos, que otra cosa puedo hacer si ella me desafía cada ves que nos encontramos?
(Esta es...
Si así, solo así, la vida que de alguna manera lograba sobrellevar, de repente y sin ninguna explicación de por medio, fue completamente reescrita.
Como? Cuando? Donde? Y porque? Tal ves nunca los sabré, no se si eso sea bueno o malo.
*Pii**piiii* Lo único que me consuela es que ahora es que... EN EL MUNDO DE POKÉMON!!!! Y mientras acarició el suave y fino pelaje de Espeon, todos mis preocupaciones lentamente se van desvaneciendo poco a poco.
(Falta solo 1 día para que tenga mi propio Pokemon.)
Miro a la misteriosa criatura entre mis brazos.
Una criatura con una apariencia mayormente felina, de color Morado palido, muy cercano al rosa, ojos y orejas grandes, y con una gema roja en su frente, además de que su cola se divide en dos.
Pero ahora en mis manos es mucho más que una imagen en una pantalla, el calor de su cuerpo se transmite a mis manos, puede sentir los suaves latidos de su corazón, y como su ligero cuerpo está posado en mí.
"Silveeer~!!!... La cena ya esta lista...!!" Se escucho una voz proviniendo de no muy lejos de la zona de juegos para niños donde yo estaba.
Era Mamá Larissa, es la mujer que administra el orfanato de Ciudad Corazón.
Y sí, yo soy huérfano.
"Espeon~"
Espeon que parecía a punto de quedarse dormido rápidamente salta de mis brazos y sale corriendo en dirección a la voz de Mamá Larissa, y luego da un brinco de forma ágil para colocarse justo en su hombro.
Entonces Espeon procede a frotar su mejillas con la suya a manera de saludo.
"Parece que Espeon me ha abandonado..." Dije mientras veía la íntima interacción entre la mujer y su Pokémon.
Espeon era el Pokémon de Mamá Larissa, así que era obvio lo intimo que eran, pero cuando ella estaba trabajando dejaba que los niños del orfanato jueguen con él.
Me sentí un poco mal, pero me recupere rápidamente, y me levante de mi sitio y voltee a ver a la mujer que me a cuidado durante toda mi segunda vida.
Era una mujer mayor, algo regordeta, su cabello lleno de canas, escuche que antes era rubia, pero ahora no hay ningún rastro de esos tiempos.
"Ya vooy~...!!" Dije y luego me dirijo con ellas al orfanato.
Mi hogar. ...
El recuerdo más antiguo que tengo desde que estoy en esté mundo, es de cuando tan solo tenía entre 3 a 4 años.
Ocurrio mientras observaba detenidamente esas extrañas criaturas que vivían junto a mí y a los otros niños del orfanato, que por alguna razón me resultaron... nostálgicas.
Desde allí poco a poco los recuerdos de mi vida pasada fueron surgieron lentamente y, a los 5 años, finalmente lo recordé absolutamente todo.
Luego me di cuenta de que estaba en el maravilloso mundo de Pokémon.
Y la criatura que me resultaro tan nostálgica era efectivamente, un Pokémon.
Y no solo uno, muchos, por todos lados, había tantos en todas las direcciones, viviendo con los humanos como si fuera lo más natural.
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