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•16•

Un suave suspiro salió de los labios de ___ tras terminar de darse un baño, por fin había terminado el esfuerzo físico y mental de aquel partido.

Aunque se aproximaba uno peor...

Pero no es nada deprimente, ¡Podrá conocer al dúo del Equipo V!

Una sonrisita se formó al terminar de cambiarse, pensando en como acercarse a ellos sin morir presa del pánico.

Solo vistió el pijama del edificio, que consistía en un pantalón y un suéter azul.

La puerta del baño se abrió mostrando la sala, en la que solo se encontraba su amigo pelirrojo.

"Te tardaste mucho." mencionó con una voz calmada, acercándose.

___ le sonrió y dijo "Hice el esfuerzo de apurarme."

Chigiri posicionó una toalla sobre la cabeza de la contraria, fregando suavemente "No te olvides de secar tu cabello." entonces, la cabeza de esta brilló y preguntó con entusiasmo "Cuando termines con la ducha, ¿Puedo secarte el pelo?"

Chigiri asintió y siguió en lo suyo, mientras ___ se fue a paso felíz a buscar algo de comida en el comedor.

Habían un par de chicos por allí, dentro de pocos minutos sería la hora de la cena que nadie se pierde.

Pero no le alcanzaban los puntos.

Que remedio, un vaso de agua lo calmará todo hasta que llegue la hora de la comida. Trató de pasar desapercibido y se fue al baño más cercano al comedor, aquel que le traía lamentables recuerdos.

Aquella puerta fue la culpable de su vergüenza, nunca se lo perdonaría. Miró mal a la puerta antes de entrar al baño y hacer sus necesidades.

No tardó mucho cuando salió del cubículo, dispuesto a lavarse sus manos. Pero se encontró con la sorpresa sobre el lavabo.

Hyoma estaba conectando su secador de pelo en un enchufe cercano "¿Qué? ¿No acababas de irte a duchar?" preguntó ___ desconcertada, a lo que el otro respondió simplemente "Ya terminé."

Se encontraba sentado en la mesa con los 3 lavabos y sus piernas dejaban un espacio en medio. Me hizo una seña al contrario para que se acercara.

'Ah, que pase lo que pase...' pensó ___ cuando se dio cuenta que había obedecido a la señal.

Lavó sus manos y, sabiendo por lo que el pelirrojo vino a buscarlo, se apoyó contra él de espaldas y esperó a que empezara a secar su cabello... Pero el ideal de ___ era al revés.

Aunque la vergüenza era demasiado superior como para actuar.

Simplemente se quedó inmóvil como piedra mientras su amigo manoseaba su pelo.

"¿Lo cuidas mucho?" Se animó a hablar, dirigiéndose al rojizo y largo cabello del otro.

"No especialmente, basta con lavarlo todos los días." apagó la máquina y se dispuso a bajar de la mesa para ser ahora él quien fuera tratado.

Pero ___ no lo dejaría ir tan fácil.

Contó hasta 3 y pensó en blanco para decidirse a darse la vuelta rápidamente y sostener las manos del otro contra la mesa en la que estaba sentado, quedando ahora parada entre las piernas de este.

"¿Por qué viniste a buscarme a este lugar? ¿Cómo sabías?"

Oh, ya que casualmente nadie iba a ese baño.

Chigiri dio una pequeña sonrisa y dijo "¿De que sospechas? ¿Qué fue a propósito?" acercó su rostro al del otro, agrandando su sonrisa ahora un poco más orgullosa.

___ se sintió nervioso ante la respiración del otro chocando directamente contra su cara, pero logró pensar en su respuesta "¿Acaso mi señorita buscaba pelea?"

Según ___, ocultó muy bien su nerviosismo, pero no tenía idea en realidad.

Los brazos del pelirrojo rodearon la cintura del otro, pegándolo a su cuerpo por completo "¿Eso crees?" su voz salió esta vez más suave, lenta y baja.

Su aliento olía a menta, como si se acabara de cepillar los dientes.

Sin saber que más decir, ___ descansó sus brazos también sobre la cadera de Chigiri, que lo tomó como un consentimiento a lo que tanto esperó desde la última vez.

Esta vez sin ningún accidente de por medio, fue el pelirrojo quien chocó sus labios con los del otro, en esa posición tan conveniente.

___ intentó seguirle el ritmo a sus movimientos, pero todo su espíritu se derrumbó cuando sintió la lengua del otro pidiendo permiso sobre sus labios. Abrió la boca y se dejó llevar por los toques y ruidos del ambiente.

___ dominaba la posición, pero Chigiri controlaba aquel beso. Mientras uno usaba su lengua, dientes y labios para saborear los de la contraria, esta se ocupaba de acariciar los muslos y cintura del pelirrojo.

Sentía que iba a desmayarse en cualquier segundo.

Cuando el aire de ambos empezó a acabarse un poco, se separaron lentamente.

"Hum..." murmuró apenas audible ___, sin saber exactamente qué decir.

Ambos evitaban mirarse a los ojos.

Después de pensarlo unos segundos, Chigiri decidió preguntar "¿Te molestó?"

"Claro que no." volvió a decir en voz baja, aliviando el agarre en el cuerpo del contrario.

"Entonces, bésame tú."

Era la princesa después de todo.