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*:・゚✧-ₒₕ, yₒᵤ... ♡·*:・゚✧


Una sonrisa volvió a dibujarse en el rostro de ___ una vez Kyo necesitó irse para usar el baño.

Pero antes de siquiera poder decir una palabra, o al menos voltear a mirar a su amigo, las palabras de Bachira interrumpieron "¿Sabes, ___-chan?" su voz no sonaba molesta, pero si desanimada.

El mencionado miró los ojos amarillos del chico con curiosidad, buscando qué podría bajar su humor, pero estaba claro. "Extraño a Isagi."

Los párpados de ___ se elevaron con sorpresa, sin poder evitar sobrepensarlo, se sintió como una segunda opción.

Sus labios dibujaron una sonrisa calmada y habló lo más suave que pudo "No te preocupes, no tardará en alcanzarnos... Y tenemos que ganarle, así lo tendremos con nosotros." pero el otro respondió con cansancio "¿Y si gana? ¿A quien elegirá?"

___ se quedó sin palabras, solo lo miró fijamente ocultando sus ganas de llorar y huir.

"Tenemos que ganar nosotros." murmuró con lentitud.

Pues cuando lo recordaba, solo quería hundirse en los brazos del peliazul y volver a la relación que tenían antes.

Avanzó al ver que Bachira no lo haría, ya sin ganas de seguir caminando por el parque, solo quería volver a Blue Lock.

De repente, el helado parecía a basura.

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Hoy era el día de su limpieza, y no se podía sentir más cansada.

Debía hacerse cargo de los muebles, el terriblemente sucio suelo, y levemente de los electrodomésticos. La cocina era probablemente la peor parte.

Rin había ido al gimnasio otra vez en compañía de Kyo, Bachira fue el último en salir diciendo que quería jugar fútbol. La señorita Itoshi tampoco era opción porque trabajaba duramente y no estaba en la casa hasta la noche, pero por suerte para ___, su celular estaba cargado.

Puso sus auriculares, sus canciones favoritas, y comenzó. Tal vez no era tan rápido, o tal vez no limpiaba tan bien como Kyo, pero parecía que mientras más fuerte sonaba la música de sus oídos, más limpios quedaban los muebles.

Por cierto, no pensaba limpiar el baño.

No tenía ganas de sonreír, ni siquiera de moverse. Era como si con las inocentes palabras del ojiamarillo de ayer hubieran abierto sus ojos de la peor forma.

Se la estaba pasando tan bien y entretenido diariamente que no se había dado cuenta, ni siquiera pensó en eso.

Pero para todo y todos, era una segunda opción.

Era un sentimiento inexplicable, como si no hubiera nadie que le amara de verdad.

Su puño apretujó el trapo con desesperación, no quería llorar por una tontería como esa. Algo que solo estaba en su cabeza, algo que no era culpa de nadie más que de si misma.

El timbre de la puerta principal empezó a hacer un escándalo, estaba sonando hace unos minutos pero no lo escuchó.

"¡Enseguida!" alzó su voz un poco, corriendo sin llegar a dejar el trapo y su celular.

Probablemente era Bachira que olvidó algo, o Kyo que se aburrió y volvió a amablemente a hacerle compañía. Las probabilidades de Rin eran muy bajas, incluso más bajas que su madre.

El de ojos turquesa parecía que no le importaba nada más que su entrenamiento.

Abrió la puerta sin mucha cautela, estaba muy apurado y le tomaba tiempo acostumbrarse a cerraduras ajenas.

Alcanzó a ver a través del marco un chico. Alto, cabello castaño rojizo igual al de la señorita Itoshi y con ojos celeste intenso.

"¿Mmh?" salió un sonido de sus labios. Su expresión era aburrida y cansada, pero giró levemente su cabeza a un costado demostrando curiosidad.

Era Sae Itoshi.

Los ojos de ___ quedaron duros en la cara del chico mientras su boca se abría lentamente, se quedó unos segundos analizando luego la vestimenta del castaño. Una camisa blanca y pantalones negros, se veía tan simple pero tan bien.

"¿Eres un amigo de mi madre?" preguntó ante el shock. ___ no se veía capaz de formular oración ante su presencia.

Su celular cayó al suelo haciendo un gran estruendo. Se apuró a reaccionar y tomarlo de vuelta.

"No..." murmuró tropezando la voz, sus labios temblaban y su rostro se sentía cada vez más caliente "Ah, soy un amigo de Rin, un gusto."

Se movió medio paso a un costado torpemente, intentando no tropezar, para dejarlo pasar. Sae parecía levemente confundido, pero no era nada expresivo; solo avanzó con la bolsa en su mano.

Cerró la puerta con cautela y volteó a observar los movimientos del castaño, que la miró fijamente "¿Te vas a quedar ahí?" y caminó tranquilamente en dirección a la cocina.

___ lo siguio con pasitos rápidos e intentó iniciar una conversación "Sabía que eras su hermano, pero no pensé que vendrías..." con algo de timidez, esforzándose en no molestarlo.

Sae le recorrió con la mirada, dándose cuenta de que llevaba una camisa de Rin. "Vine a dejarle este regalo a mi madre." respondió sencillamente, señalando con la mirada a la bolsa.

___ asintió con emoción "Ella siempre vuelve a la noche, ¿vas a quedarte?" Sae negó y se dirigió una vez más a la puerta de entrada.

Pero se detuvo, mirando a su alrededor, luego a la mano de ___ que llevaba el trapo. "Limpias bien." el contacto visual podría ponerle los pelos de punta a cualquiera.

"Oh, haha... Hoy me tocaba hacerlo, pero ya terminé." mintió con habilidad.

Sae volteó su cuerpo para mirar al otro de frente "Rin no está, ¿no quieres que te lleve a tu casa?"




Useless Player [Blue Lock x Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora