Prólogo

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   TW: LA HISTORIA VA A TOCAR TEMAS DE SALUD MENTAL, ASI TAMBIEN COMO DE SUICIDIO, AUTOLESIÓN Y ADICCIÓN A LAS DROGAS. SIGAN LEYENDO BAJO SU PROPIA PRECAUCIÓN

     Abro los ojos lentamente, y pestañeo varias veces. Trago saliva, y adapto mis ojos a la luz del cuarto. En aquel instante, todo lo que ha sucedido las últimas veinticuatro horas vuelve a mi mente. Deseo con todas mis fuerzas que sea mentira, pero no lo es.

Giro mi cabeza y veo que el despertador marcan que son las cinco y treinta de la mañana. Me he despertado antes, otra vez. La última semana me ha sucedido constantemente. Sin embargo, es lo último que me preocupa.

Junto al reloj, veo el plato de comida que ha dejado mi padre ayer por la noche y que apenas he tocado. Él jamás cocina, pero me ha visto tan mal, que ha decidido prepararme algo. No se si es algo tierno, o simplemente penoso. Vuelvo mi vista al techo y suspiro.

Me siento vacía.

El dolor en mi pecho es tan grande, que no logro sentir nada. Es como cuando dicen que luego de que te dan un tiro, dejas de sentir el dolor, ya que este se vuelve excesivo. Es como si alguien me hubiese disparado en el corazón, y en lugar de matarme, eso lo hubiese adormecido.

No lloro, no me enojo, ni mucho menos sonrío.

Simplemente estoy adormecida en mi propio dolor.

Perder muchas cosas de un momento a otro le causaría efecto a cualquiera. Otras personas lloran hasta dormirse, o rompen cosas. Yo no hago nada. Soy como una ameba flotando en el mar, siguiendo el curso de la marea.

He perdido a mi mejor amiga.

A mi novio.

A Jude.

Y a mi madre.

Tengo cientos de llamadas perdidas de Nate en mi teléfono, al igual que Kristen tiene cintos mías en su teléfono. Pero yo no respondo, y ella tampoco. Jude ha desaparecido, al igual que mi madre. La he llamado un par de veces, pero no se ha molestado en responder.

Todo estaba de cabeza.

Extrañaba mi vida hace una semana. Tan llena de metas y alegría.

Me extrañaba a mi.

Quizás era parte de crecer: darse cuenta que no podemos contentar a todos, y que algunas veces, sufrir un tiempo por defraudar a los demás es mejor que vivir siendo infeliz con lo que haces.

Después de todo, quizás Nate tenía razón: me había pasado mi vida intentando contentar a todos, ponerlos primero, y elegirme a mi nunca había parecido una opción.

Pero esta vez, tendría que encontrar un equilibrio. Debía arreglar las cosas, o ponerles un punto final.

Al menos darme cuenta de que no estoy donde quiero, era el primer paso para cambiarlo todo.

Al fin y al cabo, yo era la única que podía volver a hacerme feliz.

Era tiempo de dejar de quejarme por el pasado, pues todo lo que me había pasado, me había convertido en quién era hoy.

Me levanto de la cama y me miro al espejo. Era momento de hacer cambios, enmiendas y tomar decisiones.

Era momento de reencontrarme a mi misma.

•••
Ya esta el prólogo subido
Pronto subiré capitulos
Los amooo❤️

Corazones Revelados (SIEMPRE #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora